“Sobre el último año de vida de Yu Gwan Sun”

Argumento

Poco después de liderar la marcha por la independencia del mercado Aunae, una de las manifestaciones más intensas de todas las organizadas tras las protestas de Seúl de 1 de marzo de 1919, Yu Gwan Sun es arrestada por la policía japonesa. Por ello, es condenada a tres años de cárcel y encerrada en la Prisión de Seodaemun. Allí es asignada a una celda de apenas unos 10 metros cuadrados junto con otras 24 reclusas. La densidad es tal que las presas no pueden ni sentarse, solo quedarse paradas todo el tiempo, aunque tampoco pueden quedarse quietas porque así se les hicharían las piernas tanto que luego no podría estar de pie. Entonces todas caminan lentamente, todas dibujando un círculo en sentido contrario a las agujas del reloj.

En la celda, Yu Gwan Sun conoce a otras mujeres que como ella fueron arrestadas por participar en la lucha independentista, como la gisaeng Kim Hyang Hwa que en Suwon salió a las calles a gritar ¡Viva la independencia! encabezando un grupo de unas 30 mujeres de su misma condición de mujer dedicada al entretenimiento y Man Seok Mo, una vendedora de mercado que tras ver morir a su hijo se lanzó al movimiento por la indepenencia. Con ellas, Yu Gwan Sun comparte momentos de solidaridad, así como breves instantes de alegría y largos ratos de tristeza e indignación, pero siempre manteniendo la cabeza en alto pese a las torturas y las palizas de los carceleros.

Comentario

“No somos unas ranas”. Gritaba Yu Gwan Sun en su celda de la Prisión de Seodaemun, la famosa celda número 8 que a día de hoy se ha convertido en uno de los símbolos más representantivos de la lucha independentista de Corea contra el dominio colonial japonés. “No somos unas ranas”. Gritaba Yu Gwan Sun despertando a otras reclusas para motivarles a no perder la valentía y la dignidad, al ver que se callaban y detenía su canto del Arirang con el solo acercamiento de los carceleros a sus celdas. Pensaba que se parecían a las ranas que cantan a todo dar pero que dejan de hacerlo ante el mínimo indicio de que alguien o algo no perteneciente a su especie puede estar cerca.

Este año Corea celebra el centenario del Grito por la independencia del Primero de marzo de 1919, un acontecimiento clave en el movimiento independentista de Corea. Un hecho que para las personas que vivimos la era actual está representado por ciertas personalidades y momentos determinados, siendo el símbolo máximo de esas protestas que se organizaron a nivel mundial a partir de la lectura de la Declaración de independencia del 1 de marzo la joven Yu Gwan Sun. En realidad, no hay coreano que no conozca la vida de Yu Gwan Sun. Sin embargo, la cara que la mayoría conoce o recuerda de ella es aquélla de la foto que le tomaron en la Prisión de Seodaemun con su número identificativo de presa 371, en la que aparece con la cara hinchada por los golpes y las torturas que habría sufrido dentro de la cárcel pero aún así tiene una mirada penetrante aunque triste. Y el largometraje Una resistencia del director Jo Min Ho narra el último año de vida que Yu Gwan Sun vivió entre rejas, una etapa relativamente desconocida de quien fuera una heróica independentista pero al mismo una joven de 17 año con sueños e ilusiones como todas.

Yu Gwan Sun fue arrestada el 1 de abril de 1919 durante la marcha del mercado Aunae y murió en prisión el 29 de septiembre de 1920 de traumatismo de vejiga por las duras torturas a las que fue sometida después de organizar una protesta para gritar por la independencia de Corea dentro de la misma prisión al cumplirse un año del Movimiento del Primero de marzo. La película Una resistencia retrata ese último año de su vida, relativamente desconocido al público. De ahí que no es una historia biográfica, sino una historia que se enfoca en las expresiones poco conocidas de Yu Gwan Sun hasta ahora por el énfasis que siempre se hace en la valentía y la determinación de esa joven que supo rendirse ante los dominadores. Así, el film muestra, no solo la cara decidida de Yu Gwan Sun, sino también sus risas, sus llantos y sus arrepentimientos. También la cinta, al dar voz a sus compañeras de celda, rescata las historias de muchas mujeres anónimas que dieron hasta su vida por la libertad y la independencia del pueblo coreano sin esperar recompensas y que permanecen aún en la actualidad en la sombra de los grandes independentistas por ser mujeres.

Yu Gwan Sun afirma que para ella ser libre es gastar la única vida que tiene para lograr lo que más anhela, aunque eso signifique morir. Sus palabras resuenan más que nunca hoy, una era en la que muchas veces no medimos el verdadero pero de la libertad por cómo consideramos ese valor como algo obvio, y arrojan a cada uno de nosotros la siguiente pregunta: ¿Y para tí qué es la libertad?

Director: Jo Min Ho

Elenco: Go A Seong, Kim Sae Byeok, Kim Ye Eun

Género: Drama

Duración: 105 minutos 

Año de estreno: 2019

Apto para mayores de 12 años