“La aventura empieza sin conocimiento y las nuevas experiencias súbitamente” 

Argumento

Yujin, apenas llegada a Polonia, conoce a un hombre coreano -llamado Sergei- en la estación de tren. Este le saluda, sin embargo ella le ignora fingiendo ser japonesa. Aún así, el desconocido se ofrece a ayudarle con su maleta. Pese a ello, Yujin insiste en bloquear todo intento de comunicación. Instalada ya en el apartamento donde se hospedará, esa casa y el restaurante donde quedó en encontrarse con su amigo, Dongcheol, son los únicos espacios por donde se mueve Yujin, que no parece una viajera curiosa, sino una foránea que no encaja en ese lugar.

Dongcheol está en Ucrania. Está pasando unos días en la casa de un amigo y se entera de que este amigo está en un negocio con un tal Sergei, relacionado con lágrimas artificiales. No obstante, el amigo pierde la vista tras aplicarse esas lágrimas artificiales, mientras Dongcheol es retado por Sergei, que amenaza con matarle si no le entrega a ese amigo.

Comentario

“Toda aventura empieza sin conocimiento y toda experiencia desconocida de la manera más súbita.” Esta frase que bien puede aplicarse a un viaje o a la vida misma, sintetiza mejor el largometraje El rey de la frontera del director Im Jeong Hwan. Una película en la que los protagonistas viajan y cruzan fronteras, más allá de las cuales puede estar esperándoles algo desconocido, algo nuevo, o quien sabe, algo familiar que extrañaban.

La película está divida en tres partes, en las que aparece el mismo elenco. Pero todos actúan como si fueran diferentes personajes. En la primera parte, Yujin, que estudió cine, viaja a Polonia para visitar un viejo amigo. En la segunda, Dongcheol, que también estudió cine, viaja a Ucrania para encontrarse con un viejo amigo. En la tercera, Yujin y Dongcheol pasan tiempo juntos en Polonia. Y lo que vertebra estas tres partes respectivamente son extrañeza ante lo desconocido, sorpresa ante la aventura y soledad acompañada de nostalgia.

La segunda parte de la película El rey de la frontera presenta un desarrollo narrativo rítmico, diálogos ingeniosos, personajes que actúan de la manera más imprevista y un trabajo de cámara que está en el borde entre lo novedoso y lo estrambótico. Por un momento recuerda la obra El gran Hotel Budapest de Wes Anderson. Pero lo más interesante es la variación que hace de la primera parte, al convertir al hombre llamado Sergei que se acerca a Yujin en la estación de tren en un temible mafioso y a Dongcheol, que en la primera parte es un hombre gentil y de pocas palabras, en una persona abierta y directa que no titubea al decir lo que piensa y lo que siente. Este cambio de carácter en los personajes, definitivamente aumenta el entretenimiento dramático del film, pero también representa las variaciones que puede tener el viaje en la vida o la vida como un viaje.

Viajar es una experiencia en la que coexisten lo familiar y lo desconocido; y la película El rey de la frontera enmarca esa característica del viaje en la estructura narrativa que adopta, de tres actos. Por ejemplo, los personajes, que el público desconocía en la primera parte, se vuelven familiares al aparecer de nuevo en la segunda parte, mientras que las situaciones que viven son lo opuesto, es decir perfectamente predecibles dentro de la aventura de un viajero en el primer acto pero totalmente inesperadas en el segundo. Y así se llega a la tercera parte, donde se insertan entre lo desconocido y lo familiar la soledad y la nostalgia como algo inherente, tanto a la experiencia de viajar, como a la vida misma del ser humano.

Viajar es una experiencia especial. Una experiencia efímera, un paréntesis casi fantástico dentro de la continuidad de la vida. Sin embargo, los recuerdos y las impresiones de un viaje quedan, aunque sea en el inconsiente de uno. Es como la vida, que no es más que un viaje que comienza del nacimiento y termina con la muerte. El viaje que toda persona inicia al nacer súbitamente y lleva a través del tiempo que transcurre sin parar, acumulando experiencias concretas que muy pocas veces dejan algo palpable, pues lo que queda al final son sensaciones, evaluaciones subjetivas... impresiones. Así, lo que el título de la película, El rey de la frontera, define es todo aquel que está en ese viaje llamado vida sobre el borde entre el nacimiento y la muerte, que puede ser una fina línea o una amplia carretera.

Director: Im Jeong Hwan

Elenco: Kim Sae Byeok, Jo Hyeon Cheol

Género: Drama

Duración: 118 minutos 

Año de estreno: 2019

Apto para mayores de 15 años