Niños felices (아이들은 즐겁다)

En un aula de segundo grado de primaria, un niño trata de ocultar que derramó leche en su camiseta. Un compañero suyo dice en voz alta: “Profe, Dayi huele mal”. Algunos niños, que parecen ser amigos de aquel con la camiseta manchada de leche, ponen cara de desconcierto implicando que no saben de qué habla ese compañero. La profesora se acerca. Hace sonar a propósito la nariz como un gesto para mostrar que es objetiva y dice: “¿Que huele mal dices? Pero si yo no huelo a nada”. El compañero delator, que lo único que hizo fue decir la verdad, se siente mal, pues piensa que es injusto quedar como un mentiroso.

En el largometraje ‘Niños felices’ del director Lee Ji Won, abundan escenas como la descrita anteriormente, que pregunta al espectador qué es ser grande, qué es ser un adulto responsable. La película expone mediante el personaje central de Dayi de nueve años, la desintegración y recomposición del mundo de un niño ante la realidad que le rodea, invitando al público a reflexionar sobre el papel del adulto. Por ejemplo, en la aludida escena, ¿está bien hacer ver como falso lo que dice el compañero que delata el mal olor de la camiseta de Dayi para evitarle a este una humillación frente a toda la clase? O para un niño a quien le gusta estudiar, ¿serán una bendición o maldición los viajes que debe hacer durante toda la tarde por el barrio yendo de una clase particular a otra? ¿Será proteger a un niño o ser considerado con él ocultarle el estado de su madre enferma que se está muriendo? Y así, entre preguntas que surgen en cadena, el niño, definido de modo cauto como un ser inocente, es reconocido como una persona, un ser multidimensional como todos, sujeto de su propia vida.

ⓒC-JeS Entertainmnet

Rostros del cine coreano: Choi Min Sik

‘Myeongryang (명량)’ o ‘Corrientes rugientes’, estrenada en 2014, es aún la película más taquillera en la historia del cine coreano. Es más, la obra batió récord de espectadores, incluso entre todas las que figuraban en cartelera de este país entonces, más allá de la nacionalidad de la producción, pues acumuló más público que otros éxitos mundiales como ‘Vengadores: End Game’ o ‘Frozen’. Y al hablar de este récord, alguien cuya mención nunca falta es el actor que protagonizó ‘Myeongryang’, considerado la clave del éxito de la cinta por su carisma en la gran pantalla y su intachable capacidad interpretativa: el actor Choi Min Sik.

Choi Min Sik debutó como actor de cine en 1988 como protagonista de un cortometraje independiente. A partir de ahí pasó al cine comercial en 1989, haciendo papeles secundarios. La primera obra en la que marcó presencia fue ‘Nuestro torcido héroe (우리들의 일그러진 영웅)’ de 1992, una película ovacionada por la crítica y el público que sintetiza bien la sociedad surcoreana de los años sesenta, dominada por un ambiente en sumo opresivo, donde los derechos y las libertades individuales eran sacrificados en aras del bien colectivo, según el eslogan político detrás del cual se escudaban aquellos que tenían el poder. Sin embargo, lo que cambió su carrera fue una película para la gran pantalla, una obra catalogada como el primer blockbuster de Corea, una obra monumental que no solo marcó un hito en la vida de Choi Min Sik como actor, sino el curso de la historia del cine coreano: ‘Swiri (쉬리)’

Desde ‘Swiri’, la carrera de Choi Min Sik es bien conocida por todos, pues con esa película comenzó la “edad de oro” de este actor, con obras ampliamente aplaudidas como ‘Happy End (해피엔드)’, que protagonizó junto con la actriz Jeon Do yeon; ‘Failan (파이란)’, que en mi opinión muestra una de las mejores actuaciones de Choi Min Sik; ‘Chwihwaseon (취화선)’ del director Im Kwon Taek, gracias a la cual fue invitado al Festival Internacional de Cine de Cannes; y por supuesto ‘Old boy’ de Park Chan Wook, sin lugar a dudas la obra cúspide de este actor. Asimismo, cabe destacar que Choi también trabajó en Hollywood, como parte del elenco de la película ‘Lucy’ del director Luc Besson y protagonizada por Scarlett Johansson, un estreno de 2014.