El juego del calamar (Squid Game, 오징어 게임)

‘Squid game’ o ‘El juego del calamar’, la serie surcoreana revelada hace poco en Netflix y que se ha convertido en la producción más vista en casi todos los países a donde llega dicha plataforma de streaming, comienza cuando alguien ofrece a un hombre desesperado la oportunidad de jugar unos juegos infantiles y apostar por el resultado. A medida que la oferta aumenta, resulta que centenares de personas desesperadas son atraídas de la misma manera a un brutal concurso de vida o muerte, donde deben competir -en unos juegos con los que solían entretenerse de pequeños- por sobrevivir y ganar el gran premio: 45.600 millones de wones que se acumularían para el ganador final, 100 millones de wones por cada jugador eliminado. 

Aunque en estructura narrativa es similar a las muchas películas o series ya existentes, tipo Battle Royale, en las que los personajes se ven obligados a participar en unos juegos letales e incluso matarse entre sí para sobrevivir, ‘Squid Game’ marca su propio territorio, primero, con una historia meticulosamente tejida que no afloja el hilo de la tensión en ninguna escena, segundo, con la alegoría que crea de la sociedad contemporánea mediante unos juegos de niños que sintetizan la lógica de la realidad, marcada por tan simples pero imponentes dicotomías entre rivalidad y solidaridad, ganadores y perdedores, brutalidad y humanidad, y tercero, con una excelente dirección artística, así como una escenografía muy bien pensada, que parecen representar una “colorida pesadilla de la infancia”.

En su forma más simple, ‘El juego del calamar’ presenta a un grupo de gente cargada con una inmensa deuda, que mientras participan en una serie de juegos de supervivencia, deben tomar decisiones cada vez más desesperadas y homicidas, intentando no renunciar a la condición humana, es decir a esas conductas que les hacen humanos. Sin embargo, cuando la situación se vuelve extrema y los juegos se hacen cada vez más peligrosos, la victoria implica matar conscientemente a otras personas para obtener la mayor parte del bote, y los participantes empiezan a perder el equilibrio ante preguntas muy íntimas sobre si vale la pena sobrevivir viendo morir o matando a un amigo, que a la larga terminan cuestionando el capitalismo actual y el estado del mundo. 

ⓒartist company

Rostros del cine coreano: Lee Jung Jae

El público extranjero que ha visto ‘El juego del calamar (오징어 게임)’ comenta que el director de la serie no pudo escoger un mejor actor para el papel central de Gihun, un hombre de lo más incompetente, un bueno para nada pero, pese a ello, un tipo de buen corazón. Sin embargo, lo que los espectadores de otros países ignoran es que quien dio vida a ese personaje es Lee Jung Jae, un actor sinónimo de clase y buen estilo en Corea, que en los inicios de su carrera destacó no tanto por su capacidad interpretativa, sino por su buen look y atributos físicos. 

Lee Jung Jae debutó como actor en 1994. Cuando comenzó en el cine, consiguió popularidad por su aspecto. De hecho, su actuación dejaba mucho que desear e incluso sus fans decían que su mejor interpretación era la de un guardaespaldas de pocas palabras que interpretó en ‘Reloj de arena (모래시계), una serie televisiva emitida en 1995, que estableció récords de audiencia de más del 60% a nivel nacional. En el cine, el reconocimiento del público y de la crítica le llegó aún más tarde, en 1999, cuando representó excelentemente a un joven superficial y vanidoso en la película ‘Ciudad del sol saliente (태양은 없다)’. 

Posteriormente, Lee Jung Jae rodó la película ‘Una historia de amor (시월애)’, junto con la actriz Jeon Ji Hyeon, una hermosa obra sobre un amor que trasciende las barreras del tiempo, en la que brilló la serena pero profunda actuación de Lee. 

Otra película cuya mención no debe faltar al hablar de Lee Jung Jae es ‘Mundo nuevo (신세계)’, una cinta considerada como la que le permitió pasar de buen actor a actor indispensable en la pantalla grande de Corea y le permitió mayores éxitos y las mejores críticas. A partir de ‘Mundo nuevo’, Lee Jung Jae trabajó de una manera aún más prolífica, participando en diversos géneros, desde acción y noir hasta comedia e incluso películas históricas, como ‘Asesinato (암살)’ del director Choi Dong Hun y ‘The Face Reader (관상)’, realizada por el cineasta Han Jae Rim.