Yo no me despido (나는 나를 해고하지 않는다)

El largometraje ‘Yo no me despido’ del director Lee Tae Kyeom es una tranquila pero intensa declaración contra la discriminación, que muestra uno de los lados oscuros, así como las desigualdades de la sociedad capitalista actual.

El personaje principal del film es Jeongeun. Esta viaja a una ciudad al interior del país, a donde la transfirió su empresa como una manera de presionarla para que renuncie. A donde llega es una pequeña compañía de subcontratación con solo empleados varones. Un lugar en que no es bienvenida, pues desde los otros trabajadores hasta el director le miran de reojo y de entrada expresan su rechazo hacia ella. Es que para ellos Jeongeun es una intrusa, una espía enviada por la firma para la que trabajan como subcontratados con la intención de vigilarlos. 

Para demostrar que de verdad desea trabajar con ellos y ser parte del equipo, Jeongeun aprende todo lo que necesita para realizar cualquier trabajo que le sea encomendado. El problema es que el trabajo es duro, pues tiene que trepar a las torres de energía para ayudar con las reparaciones. Encima tiene miedo a las alturas. Pero aún así no se rinde, aunque todos esperan su renuncia y que deje de ser una molestia. Es más, hace lo contrario, mostrando una tenacidad y perseverancia que harta, hasta irrita a sus compañeros y a su jefe que constantemente intentan desanimarla. 

La única ayuda que recibe proviene de un compañero de trabajo, un hombre de pocas palabras que poco a poco se convierte en su aliado. Entre ellos se desarrolla una amistad inusual, al darse cuenta de que tienen mucho más en común de lo que pensaban. Pues cada uno a su manera, sufre por el sistema económico del que depende. Así, el largometraje ‘Yo no me despido’ describe, sin adornos, cómo las empresas y el capitalismo de hoy explotan el trabajo del individuo, mediante la situación, tanto del colega de Jeongeun que trabaja sin cesar y sin embargo vive en circunstancias económicas precarias, como de la propia Jeongeun que no tiene ninguna posibilidad de promoción, aunque es más competente que sus colegas.

ⓒ YONHAP News

Rostros del cine coreano: Byun Young Joo

En el cine coreano, hay escasas cineastas femeninas, si bien es cierto también que su número y protagonismo aumentan año tras año. En este ambiente, el nombre de Byun Young Joo ocupa un lugar muy importante y especial, no solo como una de las pocas directoras de cine que iniciaron su carrera en la década de 1990, cuando la presencia de mujeres en el cine era ínfima, sino también como una realizadora consciente de su entorno y de los problemas sociales contemporáneos. La más clara prueba de ello es justamente su filmografía, que comenzó con una trilogía de documentales sobre las víctimas de la explotación sexual cometida por Japón durante la Segunda Guerra Mundial, las llamadas mujeres de consuelo o esclavas sexuales del Ejército japonés. 

Esa trilogía de documentales se conoce con el título de ‘En voz baja’. La primera parte fue presentada en 1995 y titulada como ‘El murmullo’. Esta fue sucedida posteriormente por la segunda parte, ‘Tristeza habitual’, y la tercera parte, ‘Mi propio aliento’, estrenadas respectivamente en 1997 y 2008. Estos documentales acapararon gran interés dentro y fuera de Corea, logrando dar a conocer la situación de las víctimas de la explotación sexual con una mirada cálida y solidaria, que en ningún momento se vuelve hostil hacia ninguna de las partes, siquiera hacia los agresores, los japoneses, que muestran una actitud irresponsable. Así, en 1995, por la primera parte de esa trilogía, Byun Young Joo obtuvo el premio Ogawa Shinsuke en el cuarto Festival Internacional de Documentales de Yamagata y en 1996 un premio especial otorgado por la Asociación Coreana de Críticos de Cine. 

Hasta la actualidad, la obra más representativa de Byun Young Joo es la trilogía ‘En voz baja’. Sin embargo, en años posteriores, esta directora desarrolló una breve pero potente filmografía de películas de ficción con obras como ‘Amores profundos (밀애)’, protagonizada por Kim Yun Jin y Lee Jong Won, sobre una mujer herida por su marido que la engañó con otra y que conoce casualmente a un hombre, que la lleva a explorar su sexualidad; ‘Jóvenes al vuelo (발레교습소)’, sobre unos estudiantes del último año de bachillerato desorientados en una etapa de confusión entre la adolescencia y la mayoría de edad; y sobre todo ‘Hwacha (Desamparada, 화차)’, evaluada como su mejor película de ficción, sobre una mujer que sueña con casarse con el hombre que ama, sin embargo es atormentada por su pasado, en el que debido a sus deudas y tras caer en un estado de completa insolvencia, optó por matar a una mujer y robar su identidad para rehacer su vida. Un intenso drama respecto a cómo el capitalismo y el sistema financiero actual pueden socavar tanto la vida como la integridad de los individuos.