Kingmaker (킹메이커)

Ambientada en la Corea de las décadas de 1960 y 1970, ‘Kingmaker’ sigue a un grupo de políticos que intentan reemplazar la dictadura por la democracia. En el núcleo está Kim Wunbeom, un hombre que insiste en hacer lo correcto pero que se enfrenta a constantes desafíos debido a las decisiones que toma priorizan su moral y ética. También está Seo Changdae, que aparece frente a Wunbeom y se ofrece a ayudarle en su campaña electoral. Con su ayuda, Wunbeom obtiene un escaño en el Parlamento y luego gana las votaciones internas de su partido para convertirse en candidato presidencial. Sin embargo, la relación y complicidad entre ambos comienza a tambalearse a medida que chocan sus valores éticos y morales, así como sus ideales políticos.

‘Kingmaker’ se basa en hechos de la vida real, de gran importancia en la historia contemporánea de Corea del Sur. Primeramente, Kim Wunbeom y Seo Changdae son personajes inspirados en personalidades reales: el ahora difunto expresidente Kim Dae Jung y su asesor electoral Um Chang Rok, que se autodescribía como un “guerrillero electoral” pero que por otros era referido como el “zorro de las elecciones” por sus astutas estretegias de campaña. De hecho, la cinta retrata las tensiones políticas entre ambos y a las personas que los rodean casi sin desviarse de los libros de historia u otros testimonios de gente que estuvo involucrada en la política surcoreana en los años sesenta y setenta. La película, sin embargo, no se queda ahí y da un paso más allá de la historia. Pues mientras atrae al espectador exhibiendo algunos de los episodios más interesantes de la historia política de Corea, desarrolla con total libertad la trama, alterando para ello y para no quedar en deuda con la historia los nombres de aquellas personalidades reales que toma como referencia, hombres que protagonizaron una de las épocas más turbulentas en este país.

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Rostros del cine coreano: Byun Sung Hyun

El director Byun Sung Hyun es un cineasta relativamente joven con una filmografía breve pero consistente. Debutó con una película en la que también actuó haciendo un papel secundario. Esa ópera primera fue ‘El ritmo sigue (청춘 그루브)’, una historia sobre la juventud, sus sueños y frustraciones, retratada mediante tres amigos que integran un grupo hiphopero y gozan de gran popularidad en el círculo de música underground, sin embargo se enemistaron al abandonar uno de ellos el grupo tras recibir la oferta de firmar contrato con una mega agencia de representación artística.

Ese largometaje que marcó el debut como director de cine de Byun Sung Hyun, lamentablemente pasó desapercibido. Fue un desastre en la taquilla y a estas alturas nadie lo recuerda. Sin embargo, ese fracaso no derrotó a Byun, que siguió escribiendo guiones e intentando obtener inversión para rodar su segunda película. Esfuerzos que pronto se tradujeron en una producción, que logró estrenar apenas nueve meses después de su ópera prima, en diciembre de 2012. La obra en cuestión es la comedia romántica ‘My PS Partner (나의 PS 파트너)’, que si bien no fue un hit taquillero, sí recaudó satisfactorios resultados comercialmente.

Sin embargo, la obra cúspide hasta ahora de la filmografía del cineasta Byun Sung Hyun es ‘Los despiadados (불한당)’, que no solo convirtió a él en un director taquillero y aclamado tanto por la crítica como por el público, sino que también permitió a su protagonista, Seol Kyung Gu, abrir una nueva fase en su carrera actoral, adquiriendo hasta el sobrenombre de “el más sexy de los cincuentones” o “el idol de mediana edad en la pantalla grande”.