The Roundup (범죄도시2)

The Roundup se posiciona como una obra imprescindible en esta temporada de cine coreano gracias a la cautivadora actuación de sus protagonistas y a su implacable sentido del humor. Tras su estreno en mayo, The Roundup logró un record de público el primer día de su llegada a la cartelera tras la pandemia, superando la marca de los 3 millones de espectadores antes que cualquier otra producción surcoreana desde Parásitos en 2019.

El filme sigue una trama lineal simple, muy similiar a la de la primera parte de 2017 con personajes ya bastante familiares para el público, destacando una vez más la represión violenta de gángsters despiadados por parte del incomparablemente poderoso Seokdo. Una diferencia entre ambas obras está en que la primera parte The Outlaws, se enfocó más en el heroísmo individual de Seokdo y su rivalidad con el criminal Jang Chen, personificado por Yoon Gye Sang, mientras que la secuela The Roundup denota una química mayor en pantalla entre ese “policía bestia” y los miembros de su equipo, quienes agregan humor a la trama, a la vez que crean momentos de descanso y tranquila respiración entre tantas escenas brutalmente violentas. Por supuesto, el mayor atractivo de esta película es esa acción explosiva que también tuvo la primera parte, pues el diseño de acción bien afinado, especialmente las emocionantes peleas a puñetazos dirigidas por el actor Ma Dong Seok o Don Lee, captan la atención de los espectadores, que esperan la mano dura del personaje que interpreta contra los mafiosos, así como la repetición de la comedia física y los ingeniosos diálogos que disfrutaron en "The Outlaws".

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Rostros del cine coreano: Ma Dong Seok (Don Lee)

2017 marcó un antes y después en la carrera de Ma Dong Seok, también conocido como Don Lee entre el público internacional. Ese año protagonizó la película The Outlaws, que logró altísimas tasas de audiencia y convirtió a Ma, y a su coprotagonista Yoon Gye Sang, el villano de la historia, en dos de los actores más idiosincráticos del cine coreano. En particular, Ma Dong Seok se posicionó como un actor sin igual en la industria cinematográfica surcoreana, gracias a su imponente físico y a su raro talento para interpretar el personaje más rudo sin perder el humor ni la simpatía del público. 

Este actor, quien tras debutar en la gran pantalla en 2004 haciendo de extra en el film Danza con el viento, participó en numerosas películas ejecutando papeles periféricos y secundarios. Esos papeles, aunque breves, permitieron a Ma Dong Seok obtener la popularidad de la que goza actualmente, como los interpretados en El veterano, del director Ryu Seung Wan y Tren a Busan, la película de zombis de Yeon Sang Ho. 

Considerando la imagen que proyectó en esas dos películas, estrenadas entre 2015 y 2016, de hombre tipo justiciero con físico imponente y fuerza aplastante, podría decirse que la decisión del director Gang Yun Seong de ofrecerle el papel central de The Outlaws fue la más acertada. Es más, esa obra, un estreno de 2017, explotó al máximo esa imagen de Ma Dong Seok, y fue clave para darle el lugar que hoy ocupa en el cine coreano, y que nadie más que él puede ocupar. A partir de ahí también obtuvo el papel de Gilgamesh en la superproducción de Marvel, Eternals. La inclusión en el reparto de Eternals permitió a Ma Dong Seok o Don Lee pasar al circuito internacional, y ahora el público mundial conoce a un actor que en sus películas combina inteligentemente acción y comedia.