En el día en que los enamorados desean mostrarse su amor y sentirse queridos, la violinsta Zia Shin brindó un bello e inolvidable momento a su público. Zia Shin tiene el don de hacer que la música clásica llegue al corazón de la gente y sea disfrutada y comprendida por todos. Zia Shin es el nombre artístico de esta violinista, pero su verdadero nombre es Shin Hyeon Su. Comenzó a tocar el violín a los cuatro años y pronto arrasaba con todos los premios en los concursos musicales. Reconocida como un prodigio del violín, ingresó a la Universidad Nacional de las Artes de Corea cuando estaba en primer año de bachillerato. Pese a no haber ido nunca a estudiar al exterior, sorprendió al mundo al ganar en 2008 el concurso Long-Thibaud de Francia, y también al quedar en tercer lugar en 2012 en el concurso Reina Isabel de Bélgica. Zia Shin vio un violín por primera vez a los cuatro años.



Naturalmente, entonces para ella era un simple juguete, pero no se cansaba de jugar con él. El día que le cambiaron ese juguete por un violín de verdad, supo que de mayor sería violinista. Estando en cuarto grado se quebró un dedo de la mano, pero aún así, su madre la hizo seguir tocando el violín, pues solo quedaban dos semanas para un concurso, pese a que su dedo quedaría deforme, y efectivamente, su mano izquierda muestra un meñique ligeramente torcido hacia afuera, que para ella es como un trofeo a su constancia. Como habrán podido imaginar, su sentido de la perfección no iba a la zaga de la determinación de su madre por convertirla en una gran violinista. Por eso practicaba horas y horas diariamente, hasta sentirse segura y satisfecha de su interpretación. Esa incansable práctica la llevó a ganar innumerables premios en los concursos nacionales e internacionales en los que participó desde segundo grado de primaria.



Y si fue su madre quien le enseñó que la práctica era el secreto para ser la mejor, la profesora Kim Nam Yun de la Universidad Nacional de las Artes de Corea fue la que enseñó el camino para convertirse en una violinista de verdad, pues no solo le daba lecciones sin cargo alguno sino, que hasta le prestaba su violín para participar en los concursos. Después de recibir el reconocimiento internacional en el concurso Long-Tibaud de Francia en 2008, su agenda de conciertos dentro y fuera de Corea comenzó a crecer sin parar, pero aún tenía pendiente el sueño de toda su vida: el Concurso Internacional Reina Isabel de Bélgica, uno de los concursos más prestigiosos del mundo, con 75 años de historia.



Zia Shin actuó el segundo día de la edición de 2012 y finalmente ese sueño se hizo realidad, al salir más que airosa del desafío con el tercer puesto. Con este hermoso broche de oro, pues no hay concurso más importante para un violinista que el Reina Isabel de Bélgica, puso punto y final a su trayectoria de concursos. Desde que comenzó a jugar con el violín a los cuatro años, hasta los 25 que tiene ahora, en menos de dos décadas ha conseguido el máximo galardón al que puede aspirar un violinista. Naturalmente, preguntó a menudo si tocar el violín sería su camino… Pero el Concurso Internacional Reina Isabel de Bélgica le despejó cualquier duda al respecto, y ahora puede responder con un rotundo “sí, lo es”. Por tanto, ahora su verdadero deseo es comunicarse con el público de muchas y diversas formas.