Todos los domingos a las 9 de la noche y durante una hora, Afreeca TV, una televisión de internet de Corea, emite un programa de subasta de arte llamado “Art Radio”, que se precia de ser la única subasta de arte del mundo que se realiza a través de los comentarios y ofertas on-line del público. La persona que tuvo la idea de crear esta ventana de comunicación entre los artistas y el público que es Art Radio fue Yim Dai Shik, el director general de Salon Artetain. Yim Dai Shik es un pintor y curador que tiene una pequeña galería de arte en las callejuelas de Yeonhui-dong, en el distrito Seodaemun de Seúl. La única preocupación de su mente es intentar llevar fácilmente el arte al público masivo, para que los artistas puedan vivir desplegando su arte y sus sueños.



La galería se llama Salón Artetain y se encuentra en las callejuelas de Yeonhui-dong, donde abundan restaurantes, bares y cafeterías. La decoración interior no es lujosa, ni tiene un cartel que lo identifique como las galerías. Desde afuera deja ver una mesa larga que invita a pensar en una cafetería. No en vano, en su interior se puede tomar tranquilamente un café o un té mientras se contemplan las obras. Pero si alguna de esas obras se vende, el 70% del importe es para el artista y solo el 30% para la galería, pues Yim Dai Shik es un defensor del “precio de artista”, una forma de venta que busca asegurar al artista el monto en que valora por su obra. En el ambiente artístico, Yim Dai Shik es conocido por los esfuerzos que hace para ayudar a artistas jóvenes con talento aún no posicionados en el mercado. El pasado 30 de septiembre inauguró un espacio llamado “Stage”, que ofrece un espacio a artistas noveles para debutar con sus obras.

En definitiva, más que el propietario de una galería de arte, Yim Dai Shik es un mecenas o un filántropo que ayuda a los jóvenes artistas. Su preocupación por ayudarles y moldear el mercado del arte en beneficio de los artistas tiene su origen en el propio pasado de Yim Dai Shik, que también fue pintor. Yim Dai Shik estudió Bellas Artes en la universidad e incluso ganó el segundo premio en un renombrado concurso de pintura cuando estaba en tercer año. Sin embargo, abandonó su vocación al descubrir cuán injusto y corrupto era el mercado del arte.



Soñando con un sistema alternativo, se fue a EE.UU. donde trabajó como curador durante diez años. Allí aprendió cómo administrar una galería para los artistas. Cuando casi estaba por concretar su sueño de llevar una galería con sus métodos, entró en bancarrota por la crisis de las subprime de EE.UU. en 2008. Cuando finalmente volvió a Corea en 2011, apenas tenía dinero y su salud estaba muy deteriorada. Pero decidió empezar de nuevo y su primer paso fue aprender sobre el mercado del arte en Corea trabajando en una galería. Posteriormente, se independizó en 2014 y comenzó a impartir cursos sobre mercadotecnia aplicada al arte; a los que acudían artistas que comenzaron a colgar sus obras en las paredes. Así, de modo natural, su oficina se fue convirtiendo en una galería de arte. Según afirma, cuando existen muchos coleccionistas de diversas inclinaciones y preferencias, el mercado se diversifica y los artistas se sienten más motivados para crear y poner sus obras en venta. Este es el círculo virtuoso del mercado del arte con el que sueña Yim Dai Shik.

La transmisión en vivo de Art Radio cada domingo a la noche busca estrechar la distancia que existe entre el arte y el público en general, y su meta es impulsar y diversificar el consumo de arte. Después de abrir el Salón Artetain en Yeonhui-dong, se fueron acercando artistas, curadores y coleccionistas que compartían las ideas de Yim Dae Shik, y entre todos formaron una cooperativa que dirige Yim Dae Shik. Pero el objetivo último de esta cooperativa, del Salón Artetain y de los cursos destinados a coleccionistas es uno solo: ayudar a los artistas a continuar creando. Al eliminar los gastos de promoción y de mantenimiento de una galería, las obras se venden muy bien para alegría de todos. Los primeros pasos ya están dados y Yim Dai Shik confía en que el cambio se extienda poco a poco a todo el mercado del arte.