El pasado 19 de enero el pianista Cho Jae Hyuck comentaba a la audiencia del Centro de las Artes de Seúl sobre el Concierto para violín nº 4 de Mozart. Demostrando que su elocuencia está a la altura de su talento para el piano, Cho Jae Hyuck tiene a su cargo las charlas-concierto que se ofrecerán en este importante teatro de Seúl. La primera presentación de Cho Jae Hyuck como comentador y pianista de los conciertos a las 11 horas en el Centro de las Artes de Seúl completó el aforo.

Si hubo algo que Cho Jae Hyuck aprendió en los más de cuarenta años que lleva tocando el piano es que para que un artista suba al escenario, primero tiene que haber una audiencia. Por eso Cho Jae Hyuck disfruta tanto los encuentros con el público. Su entusiasta y romántica vida como músico comenzó en Chuncheon, en la provincia de Gangwon-do, cuando tenía cinco años.



En el jardín de infantes, a Cho Jae Hyuck le gustaba hacer sonar las teclas y cantar con el acompañamiento del piano, y la maestra le sugirió a su madre que aprendiera ese instrumento. En los años 70 no era común, ni siquiera en Seúl, que los varones aprendieran a tocar el piano, de modo que, con apenas cinco años, Cho Jae Hyuck era toda una rareza en su pueblo natal de Chuncheon y ganar concurso juvenil de piano de nivel nacional en segundo año de la escuela secundaria cambió enteramente su vida. Después ingresó con la mejor nota en la prestigiosa Escuela Preparatoria de las Artes de Seúl. Al terminar el primer año, fue a estudiar en la División Preuniversitaria de la Escuela de Música de Manhattan en los EE.UU. Pese a ser uno de los pocos estudiantes asiáticos de ese colegio, siempre destacó en su clase.

Años después, Cho Jae Hyuck ingresó becado en la Escuela Juilliard de Manhattan y debutó en el Carnegie Hall tras pasar las Audiciones del Recital Profesional de Piano de Nueva York. Su formación y los primeros años de su carrera fueron tan brillantes que Cho Jae Hyuck pensó que su futuro sería brillante y sin vicisitudes. Sin embargo, la realidad fue otra. Tras cumplir veinticinco años empezó a sentir fuertes dudas sobre su talento y su carrera y todo comenzó a ir cuesta abajo. Se presentaba a concursos y quedaba eliminado en la primera ronda. Así, cerró el piano y decidió estudiar derecho.

Por primera vez en 20 años no sentía obligación alguna de tocar el piano y se sintió feliz y libre para emprender otro camino. Sin embargo, un día le invadió la tristeza y sintió que era por alejarse de la música. Cuando se sentó nuevamente al piano, su actitud hacia la música cambió por completo. Si antes tocaba para quedar primero en los concursos, ahora tocaba para sí. Con ese espíritu participó en el concurso Piano Masters de Montecarlo y quedó en segundo lugar. Fue su último concurso pero también el momento más memorable de su vida. Tras una intensa carrera de actuaciones por unos 20 países del mundo, retornó a Corea hace cuatro años para instalarse definitivamente en su país.

Volvió a disfrutar de interactuar con el público cuando le propusieron conducir un segmento semanal de música clásica en KBS 1 FM. Cho Jae Hyuck eligió quitarse esa seria fachada que envuelve a los que se dedican a la música clásica y conectar con el público. Conducir un programa de radio no le resultó tan fácil como pensaba, pero esa experiencia durante seis años le ayudó a crecer como artista y como persona. En cuanto al futuro… prefiere no hacer demasiados planes pues desea disfrutar al máximo el presente. Pero mientras haya quien desee escucharle, estará dispuesto a tocar en cualquier ocasión. Su única meta es ser un pianista que comparte su amor por la música clásica con todos.