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Los vietnamitas suelen decir que la historia de fútbol de su país se divide en un antes y después de la llegada de Park Hang Seo. Antes de que el técnico surcoreano tomara las riendas, la selección nacional de Vietnam se consideraba la más débil de entre los países del Sudeste Asiático.  

Park empezó a jugar fútbol a una edad muy tardía en comparación con los comúnmente conocidos como genios del fútbol mundial. Se unió a un equipo de fútbol por primera vez cuando era estudiante del Instituto Gyeongshin en Seúl. Desde entonces, no pasó un día sin practicar hasta que en 1976, en su último año de bachiller, anotó un gol ganador en la final de un torneo nacional y contribuyó a que su equipo lograra el trofeo. Debutó en el mundo profesional del fútbol en 1984, tras graduarse de la Universidad Hanyang, pero su trayectoria como jugador fue corta. Se retiró oficialmente a los 31 años de edad, cuatro años después de comenzar, y entonces inició su carrera como técnico.  

En el año 2000 se unió a la selección nacional para la Copa Mundial de 2002, cuando Corea del Sur llegó a semifinales por primera vez en su historia. Tras demostrar su habilidad como entrenador principal, fue invitado a ejercer de director técnico de la selección nacional para los Juegos Asiáticos de Busan celebrados en dicha localidad surcoreana ese mismo año, apenas dos meses después de terminar el Mundial. El equipo nacional ganó el bronce en los juegos de Asia y la Asociación de Fútbol de Corea y despidió a Park Hang Seo por un motivo más que irracional: no haber logrado el oro con los mismos jugadores que alcanzaron la semifinal en el Mundial.  

Tras ser despedido, Park dirigió varios equipos de la liga coreana pero sin resultados muy marcados. Pensó que su vida como técnico acabaría así hasta que en septiembre de 2017, firmó un contrato con Vietnam para dirigir la selección nacional de ese país. 

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Lo primero que hizo tras asumir el cargo fue cambiar la dieta de los jugadores, que acostumbraban a comer fideos de arroz incluso durante la temporada, sin considerar el equilibrio nutricional. Park pidió a la Asociación Vietnamita de Fútbol que mejoraran la gestión alimentaria y nutricional de los jugadores, y la asociación aumentó las proteínas en la dieta de los futbolistas, incluyendo alimentos como carne, leche y huevos. Asimismo, se esforzó por elevar el nivel de preparación física y funcional de los jugadores de cara a las competiciones y a mejorar su refuerzo psíquico. Su dedicación y esfuerzo comenzaron pronto a dar resultados concretos. La selección nacional de fútbol de Vietnam, la más débil de Asia, llegó a la semifinal en los Juegos Asiáticos Yakarta-Palembang 2018 por primera vez en su historia, si bien no consiguió la medalla de bronce. Ese mismo año, Park subió nuevamente a la fama en dicho país asiático tras ganar el Campeonato de Fútbol de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, conocida como Copa AFF Suzuki. Gracias a ese triunfo, Park no solo fue elegido como “Figura del Año” por la televisión nacional de Vietnam, sino que también renovó su contrato como director técnico de la selección nacional de ese país. 

Su última hazaña como dirigente del equipo vietnamita es la medalla de oro obtenida por el selectivo que dirige en los Juegos Deportivos del Sudeste Asiático en diciembre de 2019. Pese a que el mundo deportivo está actualmente paralizado por la crisis del coronavirus, una vez pase la pandemia se espera que el equipo vietnamita pueda volver a hacer milagros bajo el liderazgo del surcoreano Park Hang Seo.