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Ahora, les presentamos algunas de las comidas coreanas que han llevado a varios beisbolistas extranjeros tomar la decisión de venir a este país asiático. Christian Frederic, un nuevo mercenario fichado por NC Dinos, dijo en una reciente entrevista mediática que una de las principales razones por la que decidió integrar la liga coreana de béisbol fue el consejo de un amigo. Ese amigo suyo es Cori Riordan, quien jugaba hasta recientemente para LG Twins y era conocido como un gran amante de ‘hotteok’, una especie de panqueque dulce al estilo coreano. 

Aunque hace poco que ha llegado a Corea, Frederic también se ha convertido en un gran fan de la gastronomía coreana. Dijo haber probado el bulgogi y levantó sus ambos pulgares para expresar su gran satisfacción con el plato coreano. 

Mientras tanto, Henry Sosa, quien jugaba para SK Wyverns desde 2012 y más tarde se transfirió a un club taiwanés, regresó en junio de este año a Corea para formar parte de Kia Tigers y, tan pronto como bajó del avión, acudió a un restaurante de comida coreana en el Aeropuerto Internacional de Incheon para deleitar su paladar con gulbi, una especie de corvina coreana que se sirve frita o cocida al vapor. 

Entre otros platos coreanos, los más exquisitos para los beisbolistas extranjeros resultan ser el kimchi jjigae, los fideos instantáneos coreanos, el galbi y, el samgyeopsal acompañado de soju, una combinación que ellos califican de “fantástica”. Según cuentan los expertos en el deporte, los jugadores que mostraban particular preferencia por la comida coreana eran más exitosos que otros, ya que su éxito o fracaso depende en gran medida de su capacidad para adaptarse a la cultura local.