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Pese a las interminables polémicas en torno a las sospechas de dopaje, el chino Sun Yang se ha convertido en el primer nadador de la historia en ganar el oro en 400 metros libres en un campeonato mundial por cuarta vez consecutiva. En la final de dicha categoría, Sun terminó con una marca de 3 minutos 42 segundos 44 centésimas en el Campeonato Mundial de Natación de Gwangju 2019. Por detrás, alcanzaron el panel táctil el australiano Mack Horton con 3’ 43’’ 17º y Gabrielle Detti de Italia con 3’ 43’ 23º. Así el nadador chino consiguió batir el récord de los 1.500 metros de Grant Hackett en 2005, cuando el australiano se proclamó campeón por cuarta vez en 1.500 metros libres. 

Pese a sus destacadas habilidades, a Sun siempre le rodean escándalos de dopaje. En primer lugar, dio positivo en el examen de antidopaje efectuado por la Agencia China Antidopaje en mayo de 2014 y fue suspendido por 3 meses. Pero la noticia se dio a conocer solo en noviembre del mismo año en la prensa local. Así, pudo participar en los Juegos Asiáticos de Incheon ese año al levantarle la sanción en agosto, apenas un mes antes del inicio de los citados juegos. Por otro lado, el 4 de septiembre, al regresar a su casa, Yang se encontró con cuatro agentes de la International Doping Test Management contratados por la propia Federación de Natación para realizarle un control de dopaje. Según informan, el nadador se negó de inicio a realizar las pruebas de orina y sangre, pero finalmente aceptó cuando apareció un ex médico de la selección china, el doctor Ba Zhen, dos veces suspendido por la FINA. La federación solo emitió una advertencia contra Sun, y la Agencia Mundial de Antidopaje llevó el caso ante la Corte Arbitral de Deportes. Sin embargo, el juicio se aplazó por razones incomprensibles permitiendo que Sun participara en el campeonato de Gwangju este año.