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Viaje

Riachuelo Cheonggye y el Festival de la Linterna

2012-11-05

“Un arroyo de 10,84 kilómetros de largo que atraviesa los distritos capitalinos de Jongro y Junggu”. Esta es una corta y precisa definición del riachuelo de Cheonggye. Pero en realidad, este lugar esconde una larga historia difícil de explicar en pocas palabras, porque es el vivo testigo de los 600 años de la historia de Seúl y es aquí donde preserva el recuerdo de muchos capitalinos. Hoy vamos a recorrer este sitio que se ha convertido en uno de los emblemas representativos de la metrópoli.

Hoy en día, cuando los seulitas quieren hacer una caminata al aire libre, uno de los destinos a donde se dirigen es el riachuelo de Cheonggye, que se ubica en el corazón de la ciudad. Cruza los dos distritos más concurridos por la gente, Jongro y Junggu, en donde se ubican muchas empresas, sedes gubernamentales e importantes mercados. Los registros históricos señalan que el riachuelo nació hace unos 600 años atrás, junto al inicio de la dinastía Joseon. En un principio, este arroyo no era bienvenido porque debido a las continuas precipitaciones, siempre se inundaba y ensuciaba la ciudad. Por eso, en 1406, el entonces rey Taejong construyó nuevas murallas más elevadas con la intervención de más de 50 mil personas durante todo un mes. Con el paso del tiempo, los reyes posteriores también fueron remodelando la edificación cada vez que se iba deteriorando y así, este riachuelo empezó a cumplir un papel importante en el suministro de agua en toda la ciudad. Se dice que el actual nombre de Cheonggye se le dio durante el colonialismo japonés y gran parte de la estructura antigua fue destruida en este periodo. Después de la independencia de Corea, el entonces gobierno puso en marcha un proyecto de reconstrucción para que el arroyo fuera subterráneo. Desde la década de los setenta, en Corea dio comienzo una rápida industrialización y, hasta hace poco, los capitalinos casi habían olvidado la existencia de este riachuelo. Pero en julio de 2003, el alcalde capitalino de ese entonces, decidió poner en marcha su resurgir. Así, decidieron recuperarlo y en septiembre de 2005, renació como espacio público para los ciudadanos, con el nombre del riachuelo de Cheonggye. Ahora es un parque ecológico, espacio de descanso y escenario de festivales culturales. En particular, este lugar es altamente concurrido en verano. Cuando el termómetro sube, la gente sale a olvidarse del calor y gusta de mojarse los pies en las frescas aguas del arroyo; o simplemente, pasean por su ribera para relajarse, respirar y sentir la tranquilidad nocturna, en medio de los rascacielos.


En el riachuelo Cheonggye, a lo largo del año se llevan a cabo variedad de eventos y festivales. Hace pocas semanas, se celebró el Festival Hi Seúl con la participación de teatros, acróbatas, circos y magos de varios países del mundo. Y desde esta semana, desde el 2 al 18 de noviembre, y durante 17 días, se realiza a lo largo y ancho del riachuelo Cheonggye, el Festival de la Linterna de Seúl 2012. En esta cuarta edición, que tiene como tema central ¨la raíz de Seúl, la vida de los ancestros¨, los visitantes podrán conocer a través de luminosas y coloridas esculturas, la historia de la capital. Como testigo de este festival, ya que estuve presente en la edición del año pasado, les cuento que realmente vale la pena, porque en cada edición, siempre presenta algo nuevo para ver, y también para participar. Por ejemplo, el programa de este año incluye clases de manualidades, en las que pueden aprender a hacer su propia linterna, así como colocar pequeños faroles con sus deseos para el nuevo año. Este último es realmente entretenido porque hay una sección en el riachuelo donde pueden ver todos los farolitos colgados uno al lado del otro con los deseos de otras personas. Pero al ser éste el Festival de la Linterna, obviamente lo que más atención llama son las 30 mil obras, -tanto de artistas nacionales como extranjeros- que iluminan intensamente 1,5 kilómetros del riachuelo. Conocer la historia de un país a través de los libros, en general no es tan divertido. Pero al visitar este festival, podrán tener una idea de toda la trayectoria ancestral de Seúl, así como su estructura en los viejos tiempos. Tanto el riachuelo como todos los festivales que se realizan son gratuitos. Solo necesitan llevar una cámara fotográfica para recordarlos siempre, y tiempo para disfrutar de la belleza de las coloridas luces. Un consejo importante para disfrutar a pleno del lugar, es que deben tener un poco de paciencia. Al estar localizado en el corazón de la ciudad, siempre es visitado por grandes multitudes, aún más cuando hay eventos, y por tanto, hay que hacer largas colas para acceder al riachuelo, en donde están exhibidas las linternas. Y si quieren almorzar o cenar en sus alrededores, traten de evitar las horas punta, porque si no, pueden demorar horas esperando una mesa. En fin, gente hay en todas partes, pero visto de otro modo…, eso quiere decir que ofrece mucha emoción y diversión, ¿no creen? El riachuelo Cheonggye es un destino que realmente merece la pena visitar durante su recorrido por Seúl, ya que hoy es todo un emblema representativo, con o sin festival.


¿Cómo llegar?
La manera más rápida y económica es en metro: salida 4 de la estación Ayuntamiento de Seúl de la línea 1 y 2 del metro; salida 4 y 5 de la estación Jonggak de la línea 1; y salida 5 de la estación Gwanghwamun de la línea 5. Tienen que caminar recto desde cualquiera de las tres paradas y se encontrarán con el riachuelo Cheonggye.

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