Si preguntamos a un seulita cuánto sabe de su ciudad natal, muy pocos sabrían responder. Por eso, si desean conocer más a fondo sobre la capital de Corea, la mejor opción sería visitar el Museo de Historia de Seúl. Éste el lugar perfecto para quitarse todas las dudas sobre esta urbe que nació hace 600 años, durante la Dinastía Joseon, y hasta el día de hoy sigue siendo la ciudad más importante del país. El Museo de Historia de Seúl es el único de Corea, que explica detalladamente la historia y la cultura de la metrópoli. Desde su establecimiento en el antiguo emplazamiento del palacio Gyeonghuigung en 2002, este lugar ha ofrecido a los visitantes la oportunidad de experimentar los seis siglos de historia capitalina a través de exposiciones interactivas. Al ser nuevo, el museo tiene muchos aspectos que le diferencian de otros, como por ejemplo, la introducción de tecnología punta y el estar totalmente abierto al público, exponiendo no solo las reliquias reales sino muchas réplicas de las originales; para que los visitantes puedan tocarlas personalmente. En particular, es interesante el “guía digital” que se alquila en la entrada del museo, que tiene un sensor que lee las obras una vez te paras delante, y ofrece explicación minuciosa, no solo de la reliquia sino también de toda su historia. Es un lugar tanto para adultos como para niños, que invita a descubrir todas las sorpresas que guarda Seúl.


Ahora vamos a conocer cada planta del Museo de Historia de Seúl. El edificio tiene tres pisos y se dividen en tres áreas de exposición que son: permanente, especial y de donantes, que presenta una colección de muestras donadas por los ciudadanos. Aquí los visitantes pueden experimentar los cambios y el desarrollo de Seúl, en orden cronológico, desde la prehistoria hasta la modernidad. En la primera sala de exposiciones es posible conocer Seúl desde la dinastía Joseon y la vida cotidiana de los habitantes de ese entonces, según sus clases sociales, es decir desde la realeza hasta los plebeyos. La segunda está dividida en dos secciones temáticas: el estilo de vida y las actividades económicas de los seulitas del pasado. Muestra todos los detalles mediante sus artículos de uso diario tales como ropas, vajillas y alimentos, y describe mediante retratos y obras, las actividades que realizaron los habitantes de ese entonces para la supervivencia. En la última sala, se ubican tres galerías que expresan la cultura de la corte real, artística y académica, permitiendo conocer el progreso del arte, música, pintura y literatura de la capital coreana.


El Museo de Historia de Seúl es un lugar que realmente vale la pena recorrer. No es muy grande pero su contenido e importancia supera a cualquiera. Un aspecto que sobresale en dicho lugar es que más del 70% de los artículos que componen sus vidrieras y estantes fueron donados por los ciudadanos; además de ser un museo que es mantenido por el sudor y el esfuerzo de los habitantes, ya que trabajan unos 200 voluntarios. Asimismo, es un espacio único, que gracias a las reproducciones de las obras originales, permite a los visitantes sentir la historia capitalina no solo mediante la vista; sino también con el tacto. Y otro lugar imprescindible, en el que les recomiendo que se tomen una foto para llevarse un buen recuerdo, es la gran maqueta de Seúl, que es la capital a escala 1.500 veces menor que la real. Representa de manera idéntica el paisaje urbano con más de 700 mil edificios y emblemas capitalinos en miniatura, y fue elaborada con tecnología punta. Es un retrato vívido y realista, que permite conocer de un solo vistazo, toda la geografía de Seúl. El museo no solo ofrece mucho para ver; sino que diariamente organiza eventos culturales en los que pueden participar libremente todos los visitantes; tales como la exploración del museo en familia, proyecciones de películas, conciertos musicales y mucho más. Este lugar también cuenta con una cafetería en el primer piso -con deliciosos platos- que combina la cocina tradicional con el mejor servicio al cliente. Muchos de los menús están preparados a base del tofu y soja –que son muy saludables-, y hay suficiente variedad para todos los gustos, desde bistec y pastas hasta arroz.

Ahora les digo cómo llegar al Museo de Historia de Seúl. Pueden bajarse en cualquiera de las dos estaciones de la línea 5 del metro que son: Gwanghwamun salida 7 o Seodaemun salida 4. Caminando recto unos 150 metros desde cualquiera de las dos estaciones, se encontrarán con la entrada del Museo de Historia de Seúl. La entrada cuesta 700 wones, -menos de un dólar- y esta abierto todos los días, excepto los lunes, desde las 9 de la mañana hasta las 8 de la noche entresemana, y hasta las 6 de la tarde los fines de semana.