Seguramente muchos ya conocen la historia de la Sirenita porque es uno de los cuentos favoritos de los pequeños, en particular de las niñas. Y más de una vez hemos soñado con visitar ese increíble mundo bajo el agua, repleto de peces y animales marinos de diferentes especies. Para eso, podemos practicar el buceo pero no es un deporte al que podamos acceder fácilmente, además de tener que viajar hasta a un lugar de costa. La buena noticia es que en Seúl, en plena urbe, existen varios sitios especiales que permiten vivir esa experiencia única, sin tener que sumergirse en el agua.



Y mejor aún, es posible contemplar -a simple vista- una amplia variedad de especies marinas de todo el mundo, incluso aquellas que son difíciles de encontrar, bien sea porque escasean o porque viven en zonas particulares. Como ya se habrán imaginado, el destino de hoy son los acuarios de Seúl, que permiten a los visitantes contemplar personalmente las grandes sorpresas que esconde la superficie marina, a través de una experiencia única y divertida. Los acuarios capitalinos están diseñados de una manera que permite a todos los paseantes estar lo más posible del mundo marino. Es decir, tendrán ante sus ojos tanto pirañas del Amazonas como mamíferos gigantes; así como delfines o imponentes tiburones, que solemos ver solo en películas.



Ahora sí, les recomiendo los dos acuarios de Seúl que realmente merecen la pena visitar, para conocer la vida el bajo mar, y quitarse un poco el calor de estos días estivales. El acuario más visitado durante los últimos años es el de COEX por su fácil acceso en transporte público. Han de bajar en la estación Samsung de la línea 2 del metro capitalino, y podrán llegar al centro de convenciones y exhibiciones COEX.



En el subsuelo de este mega complejo podrán encontrar el acuario que se divide en doce sectores, según las diferentes especies. Allí habitan desde medusas, tortugas marinas, pirañas, delfines y tiburones, hasta miles de pececitos multicolores, como el protagonista de la película Nemo. La ventaja de este lugar es que justo frente a cada especie hay un indicador con explicaciones básicas para su fácil comprensión. Además, ofrecen unas clases donde los más pequeños pueden participar en diferentes actividades para aprender más sobre los peces, el mar y la ecología marina, entre otras materias de interés. Pero sin duda alguna, lo que más le gusta a la gente es caminar bajo la gran pecera, ya que les permite contemplar por encima suyo una gran variedad de peces, lo que da la sensación de estar de verdad en el mundo submarino. El otro acuario es el ubicado en la Torre 63, cerca de la estación Yeouido o Yeoinaru de la línea 5 del metro. Es uno de los primeros complejos acuáticos del país. Actualmente posee más de 400 especies procedentes de todo el mundo. Lo que más llama el interés de los visitantes son los programas que permiten tocar personalmente los peces, darles de comer y ver cómo los buceadores nadan y juegan con los animales bajo el mar. Al igual que el acuario de COEX, tiene clases didácticas para los más chiquitos con bíologos y expertos marinos.



En resumen, si uno desea hacer turismo, ir de compras y comer algo rico en un día y en un solo lugar, el COEX y el Edificio 63 son destinos perfectos porque allí hay de todo: grandes salas de cine, acuarios, centros comerciales, muchos restaurantes, cafeterías y un largo etc. De hecho, es una estimulante elección para familias o amigos que busquen imaginación, diversión y sorpresas. La entrada al acuario del Edificio 63 cuesta 19.000 wones para mayores de 19 años y 16.000 para los menores; mientras que el pase al acuario de COEX vale 500 wones más. El primero está abierto de 10 de la mañana hasta las 10 de la noche, y el segundo abre la misma hora, pero cierra a las 8 de la noche. Les llevará aproximadamente entre una y dos horas completar su recorrido.