Muchos suelen decir que Seúl es una ciudad con mil caras, por las interminables atracciones que ofrece. Algunos ya saben que la ciudad es una meca de compras y un paraíso gastronómico, al mismo tiempo que cuenta con reliquias históricas muy bien conservadas y numerosos rascacielos que acaparan todas las miradas. Pero hoy, no vamos a recorrer estos sitios sino que vamos a disfrutar del deporte y el ambiente particular de las hinchadas coreanas.



Seguramente que muchos recordarán la Copa del Mundo de 2002. Corea fue el foco de atención en el mundo no solo por el hecho de ser uno de los anfitriones y haber llegado a las semifinales, sino por el público apasionado que salió a las calles vestido de rojo vivo en todos los partidos. ¿Pero sabían que los coreanos en general son realmente amantes de los deportes? Las modalidades que atraen el mayor número de aficionados son el fútbol, el béisbol, el baloncesto, el voleibol y el golf, solo por citar algunos. Y el sitio en donde se puede sentir casi todo el año el furor de las competiciones deportivas es el Complejo Deportivo de Jamsil, ubicado en la zona sur de Seúl, cerca a la estación del metro que lleva el mismo nombre perteneciente a la línea 2. El complejo deportivo fue construido en 1977 como sede de muchos eventos a nivel internacional como lo fueron los Juegos Asiáticos de 1986 y los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. La primera impresión que da el complejo tiene que ver con su gran tamaño, ya que la entrada principal es enorme, además se puede observar de un sólo vistazo los principales estadios dispersos en los 402.816 metros cuadrados que abarca el complejo. Aquí mismo se encuentran seis estadios de diversas dimensiones, dos piscinas –una olímpica y otra de buceo- y otras instalaciones adecuadas tanto para los aficionados a los deportes como a otros que no lo son tanto, dado que Jamsil cuenta también con grandes zonas verdes perfectas para dar una caminata.



A algunos le sonará un poco aburrido eso de recorrer un complejo deportivo pero les seguro que en este lugar se divertirán como nunca. Lo digo por una sencilla razón: en todos los rincones es posible sentir los rastros de aquellos grandes eventos deportivos del pasado, como por ejemplo lo son las Olimpíadas. Sus estadios son gigantes. Hay una construcción multideportiva con capacidad para 70 mil personas y otra piscina cubierta que puede recibir 4.500 espectadores a la vez. Aquí se sitúa la cancha de béisbol más grande de todo el país capaz de recibir unas 50 mil personas. Asimismo, en los caminos que conectan a un sitio con otro dentro del complejo, se exhiben cuadros y esculturas relacionadas con los miembros de la selección nacional de los Juegos Olímpicos de 1988, así como una sección que establece la cronología de los deportistas nacionales en el escenario internacional. Si desean aprender algún deporte, ya sea natación, tenis de mesa, gimnasia, patinaje sobre ruedas, buceo y un largo etcétera, este es el lugar perfecto. Pero sin duda el momento en que el Complejo Deportivo de Jamsil se llena de un mayor número de personas es entre primavera y otoño, o sea entre abril y octubre, cuando se llevan a cabo los partidos de la primera liga de béisbol de Corea. Este sitio es la casa de dos equipos que representan a Seúl, los LG Twins y los Doosan Bears.



Cada vez que alguno de estos dos juegan, ya sean juntos o cada uno por su lado, el complejo se llena de una multitud que incluso congestiona varias calles de toda la zona. Si desean experimentar en persona la fiebre y la pasión de los coreanos por el deporte, y formar parte de la hinchada bailado y cantando junto a las animadoras, visiten el estadio béisbol de Jamsil. En la época de la liga, con excepción de los lunes, casi todos los días hay juegos. Pero les recomiendo que primero revisen el calendario antes de acercarse. El precio de las entradas comienzan desde los 10 mil wones. Y yo como total fanática de este deporte, les voy a comentar la manera más divertida de observar los partidos. Primero que todo compren algo para comer, como puede pizza o pollo frito, acompañados de una lata de cerveza. También adquieran unos bastones infables del equipo que más les guste. Comer y alentar al equipo al mismo tiempo en medio de una multitud enloquecida es realmente entretenido, y también es una forma increíble de aliviar todo el estrés acumulado en el trabajo o los estudios.