Mucho sol, vientos frescos, naturaleza colorida… éstas son algunas de las características que mejor representan al otoño, la estación perfecta para pasar el tiempo al aire libre. Por eso, vamos a viajar imaginariamente a un espacio que tiene todas las características mencionadas, y donde además, se puede disfrutar de una carrera de caballos, equitación y otras tantas actividades divertidas. El Hipódromo de Seúl, pese a que lleva el nombre de la capital, está situado a las afueras, casi donde acaba la ciudad. Pero se puede llegar fácilmente en metro y en poco tiempo, por lo que es un lugar perfecto para recrearse en medio de la naturaleza. Sus siglas en inglés, KRA, responden al equivalente a Hipódromo Oficial de Corea. Está formado por un inmenso espacio verde de más de 130.000 metros cuadrados y dos estadios hípicos. Mucha gente va a este sitio con dos objetivos: disfrutar de una buena carrera de caballos con apuestas y pasar un rato al aire libre, en un parque abierto a todo público. No se crean que sí o sí tienen que apostar para divertirse o ser un buen aficionado a estas carreras: pueden optar por este sitio para un día de picnic o simplemente… tomar sol. En primavera, esta zona verde se llena de infinidad de flores multicolor que inundan todo con su perfume; mientras que en otoño, su abundante vegetación se tiñe de hermosos ocres. Pero no piensen que solo hay árboles, flores y hierba.


Una tarde en medio de la naturaleza es suficientemente agradable, pero ya que visitamos el hipódromo, una parte de la diversión podría ser apostar en las carreras de caballos. No hace falta gastar mucho dinero sino solo un poco, para hacer que este día sea más entretenido. Las competiciones no se llevan a cabo todos los días; pero si van en fin de semana, podrán verlas durante todo el día. Aunque el horario puede variar, hay carreras al menos cada hora; así que pueden dirigirse directamente al estadio, o antes o después de pasar un rato al aire libre. Los dos recintos de caballos que se abarrotan de gente los días en que hay carreras son el ‘Happy Ville’ y el ‘Lucky Ville’. Los dos edificios tienen 6 pisos y un subsuelo, y allí dentro están los puestos donde se venden los cartones de las apuestas, restaurantes, centros de información, casas de cambio, salas de prensa y muchas otras facilidades. El primer estadio puede recibir hasta 35.000 espectadores mientras que el segundo, que abrió sus puertas en 2002, tiene más de 42.000 asientos. Aunque es un hipódromo, como he dicho, tiene todas las instalaciones recreativas como si fuera un centro de atracción turística. Ofrece una amplia cancha de fútbol de césped natural, zonas de juego para niños, museo hípico, puestos de alquiler de bicicletas y patines, espacios de descanso, etc. Y hasta pueden experimentar el casamiento tradicional al estilo coreano vistiéndose con trajes típicos. En conclusión, es el sitio ideal para una aventura diferente, a tan solo unos pocos minutos de la capital. En algunas épocas con días festivos, como primavera y otoño, el Hipódromo de Seúl se convierte en un mundo fantástico para los más pequeños, porque ofrecen muchos eventos de interés como espectáculos de acróbatas y magia, que incluso divierten a los mayores.

¿Cómo llegar?
Tienen que bajarse en la estación Parque Hipódromo de Seúl de la línea 4 y la salida 2 o 3 los guiará hacia la entrada principal.

¡Otras información útiles!
La visita al parque es gratuita entre semana, pero en los días en que hay carreras de caballo - o sea, los viernes, sábados y domingos- han de pagar 1.000 wones, un poco menos de un dólar, por persona. La manera más fácil de llegar es en metro pero si desean llevar coche, también pueden hacerlo porque hay un estacionamiento con capacidad de hasta 3.000 vehículos, pero recuerden que en esa zona hay mucho tráfico los fines de semana.