Seúl es una ciudad moderna pero al mismo tiempo, esconde rastros del pasado. Y hacer un recorrido en busca del pasado en medio de los altos edificios y el bullicio de la metrópoli, es una de las atracciones que más llama la atención de los viajeros. Pero como pasa en muchas urbes, siempre hay algunas zonas que están más de moda que otras, y al igual que el mundo ‘fashion’, la popularidad de los lugares va cambiando con el ritmo de la ciudad. A pesar de ello, hay algunos barrios que son muy queridos y por tanto, visitados a lo largo del tiempo, sin dejarse guiar por la tendencia actual. Y uno de ellos es el barrio de Gahoe. Todas las edificaciones de la zona conservan muy bien la arquitectura tradicional de Corea, pero en sus adentros, es posible conectarse con las últimas novedades y lo más moderno. Es decir, se compone de casas antiguas de techos bajos y hechas de madera, pero en su interior, se exhiben los zapados de los diseñadores más reconocidos del momento -en caso de las tiendas- y es posible deleitarse con cocina italiana contemporánea en caso de los restaurantes, por mencionar solo un ejemplo. Pero no se crean que solo hay tiendas para satisfacer los gustos extranjeros; sino que en este sitio abunda la cultura, el arte y la historia puramente coreanos. El barrio está localizado muy cerca de muchos puntos turísticos, como el palacio Deoksugung, el barrio de Samcheong, o la casa presidencial, entre otros.


La dimensión del barrio de Gahoe es de un poco más 0,5 kilómetros cuadrados, pero su tamaño es suficiente para viajar al pasado. Esta zona también es famosa por ser el lugar en donde se ubican las residencias familiares de los ex presidentes, así como de políticos e importantes empresarios. El motivo por el que eligen este destino como sus hogares es debido a la tranquilidad, el aire menos contaminado y el entorno natural, ya que está a sólo unos minutos de montañas y cuenta con abundante vegetación. Asimismo, el barrio tiene todas las instalaciones necesarias como entidades educativas, cafés, restaurantes, y diversas tiendas de indumentaria y decoración, entre otras. Cuando hablamos del barrio de Gahoe, la característica principal es su estilo tradicional; con casas, edificios y caminos que llevan a pensar que uno hubiera viajado al pasado en una cápsula del tiempo. Sorprende que a tan corta distancia de las ajetreadas y multitudinarias avenidas, exista una zona que conserva intacta la arquitectura tradicional más pura, que en coreano se conoce como ‘hanok’. En este vecindario, hay una sección repleta de obras con diseño típicamente coreano, siendo éstas el centro de atracción de los paseantes. Dichas construcciones hanok pero con toques modernos, están concentradas sobre todo en Bukchon –que traducido literalmente en coreano quiere decir Pueblo del Norte- y pertenecen al barrio de Gahoe. Bukchon fue el área residencial de los aristócratas de la dinastía Joseon, y hoy en día, aquí mismo podrán encontrar más 600 años de historia de la capital coreana. Se estima que esta zona alberga unas 920 viviendas tradicionales, de las cuales gran parte fueron remodeladas en las décadas de 1920 y 1930, pero la estructura arquitectónica –tanto interna como externa- mantienen bastante bien su estado original. El barrio de Gahoe está muy bien cuidado, dado que ha sido clasificado como patrimonio cultural. A diferencia de otras villas folclóricas del resto del país, las viviendas de esta zona, por muy antiguas que sean, no están vacías; sino que están habitadas por gente que recibió las casas como legado de sus ancestros. Así que a través de la vida cotidiana de sus habitantes, los visitantes podrán ver y sentir de cerca las costumbres y la cultura de los coreanos.


¿Cómo llegar?
Hay varias maneras de iniciar este viaje por el pasado, pero la más conveniente es bajarse en la estación Anguk de la línea 3 del metro. Así, en mitad de una de las mayores metrópolis del mundo, podrán visitar casas antiguas y experimentar la vida que llevaban los coreanos en siglos pasados.