El Museo Folclórico Cheongam se ubica a la entrada del Complejo Turístico Nacional de Jangheung en Yangju, provincia de Gyeonggi. Establecido sobre un solar de 10.000 metros cuadrados, acoge artículos del hogar y de primera necesidad usados en cada época y localidad, para que los visitantes puedan visualizar fácilmente la vida de los coreanos entre las décadas de 50 y 70. Es un lugar que ofrece la oportunidad para detenernos y reflexionar sobre los apurados pasos dimos para llegar a nuestro presente.
Al adentrarnos en el recinto al aire libre del museo, da la bienvenida una torre hecha con 1.000 piedras de mortero. La vía férrea tras la torre, flanqueada por flores silvestres, les conducirá al museo.
El recorrido comienza en la Sala General. Lo primero que llama la atención es una cabina de DJ que se solía verse en las cafeterías musicales de la época de nuestros padres y abuelos. Allí, los clientes entregaban un papel con el título de la canción que deseaban escuchar y el DJ reproducía los temas solicitados. También se exhiben, de forma más bien desordenada, algunos objetos que podrán haber visto o usado por sí mismos, como relojes de pie, teléfonos con disco para marcar, y antiguos ventiladores de hierro. También hay una maqueta de un barrio coreano típico de los años 50 y 60, con una tienda de alquiler de cómics, una cocina tradicional conectada al sistema de calefacción ondol, un consultorio de medicina oriental, y una escuela tradicional donde los niños aprendían a leer con caracteres chinos.

Tras la Sala General, les espera la Sala del Pequeño Novio. Los coreanos de antaño solían casar a sus hijos varones a edades muy jóvenes, entre 10 y 12 años, esperando la llegada de nietos lo antes posible. Es que hasta antes de la industrialización el desarrollo de la medicina era muy limitado y la tasa de mortandad infantil era muy elevada. Por eso, cada bebé era considerado como un precioso tesoro de la familia. En esta sala, podrán ver una representación de la ceremonia de boda tradicional entre un niño de unos 10 años y una chica de edad y estatura mayores.
Por último, si visitan el museo junto a su familia, podrían probar a hacer pizza en un restaurante ubicado a la entrada llamado Pizza Seonghyoinbang. Lamentablemente, para asegurar la calidad de la pizza, no podrán tomar parte en todo el proceso para elaborar el alimento. Les ofrecerán la masa ya hecha por un profesional, y tan solo han de elegir sus ingredientes favoritos para hacer su propia pizza. Es una experiencia sencilla, pero les aseguro que vale la pena porque se divertirá toda la familia.

Para llegar a este interesante Museo Folclórico de Cheongam, han de tomar la línea 3 del Metro de Seúl hasta llegar a la estación de Gupabal. Frente a la salida Nº2, podrán tomar el autobús 15-1, que les dejará justo en frente del museo.