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Viaje

Barrio Cultural de Gamcheon

2018-05-14

Corea a Diario

Algunos llaman este barrio por el nombre de “Santorini de Corea”, “Machu Picchu de Corea” o “Barrio Lego”. Es que las casas de este lugar, construidas sobre la pendiente de una montaña, están tan pegadas entre sí que cada una se ve como un bloc de Lego. En conjunto, se parecen a la antigua ciudad peruana de Machu Picchu construida a 2.400 metros sobre el nivel del mar, o Santorini en Grecia porque linda con el mar de Busan.
Pese a estos “grandes” calificativos, de hecho, en el barrio de Gamcheon están impregnados el dolor y el sufrimiento del pueblo coreano. El barrio se empezó a formar durante la Guerra de Corea por personas que huyeron del conflicto bélico, que afectaba principalmente a la parte norteña de Corea del Sur. Era básicamente un barrio formado por chabolas edificadas por esas personas, aunque poco a poco han sido sustituidas por viviendas de cemento.
Y fue recién en 2009 cuando este barrio, con un triste antecedente, emergió como lugar turístico principal de Busan, después de que los artistas locales, en cooperación con los habitantes locales, llevaran a cabo un proyecto de arte en el barrio. Erigieron estructuras artísticas en diferentes puntos del poblado, y pintaron los lúgubres muros con vívidos colores, convirtiendo el barrio en toda una galería de arte. También transformaron las casas abandonadas en mini galerías y talleres de arte. Los 148 peldaños de una escarpada escalera, usados por los residentes para llegar a la cima de la montaña que acoge el barrio, fueron pintados con alegres colores y bautizados con el nombre de “peldaños para ir a ver la noche estrellada”.



Los callejones que atraviesan las casas son tan angostos que no permiten que dos personas caminen juntas en paralelo.
Este barrio, no planificado en absoluto, es visitado sin embargo por más de 1 millón de personas al año, entre ellas un número considerable de extranjeros, puesto que ha aparecido en varias ocasiones en medios extranjeros como visita obligatoria de los turistas que viajan a la ciudad portuaria de Busan.
El hecho de que el barrio se haya convertido en un popular punto turístico es sin duda algo positivo, pero también el constante turismo genera grandes molestias a los residentes. Quizá una buena forma de mostrar respeto y ayudarles económicamente sería comprar el Mapa del Barrio Cultural del Gamcheon que venden en el centro de información a la entrada por 2 mil wones, menos de 2 dólares. Asimismo, si se cansan mientras recorren este interesante barrio, pueden visitar las cafeterías de la zona para tomarse un breve descanso con una taza de té o café. Y si les entra hambre, también pueden acudir a los restaurantes cercanos para degustar los platos locales.



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