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Si bien España es famosa por el ¨Camino del Santiago¨, en Corea del Sur tenemos el ¨Camino Olle¨ en la isla Jeju. ‘Olle’ alude a las callejuelas que conectan las casas con las calles principales, en dialecto de Jeju. Son los vasos capilares que se extienden como una maraña de caminos por toda la isla, invitando a descubrir los tesoros escondidos en cada rincón. 

Desde su inauguración en 2007 el sendero ha venido expandiéndose cada año, hasta que a día de hoy se ha convertido en un camino infinitamente largo. En cada recodo hay flechitas e indicadores, ‘ganse’, para guiar a los viajeros. ´Ganse´ significa perezoso y hace alusión a los ponis –símbolo de Jeju-, que ubicados en cada esquina de las calles, invitan a los peregrinos a caminar lento, como si fueran perezosos, y a saborear sin prisa el bello paisaje de la isla. Así, siguiendo las indicaciones de estos ponis, la mayoría pasea relajadamente por sus calles, montículos y playas, dispuestos a conocer más a fondo la belleza de la isla. De ahí que vuelven una y otra vez para completar el recorrido del Camino Olle, de más de 400 kilómetros de extensión, dividido en 26 rutas.   

Hay personas que optan por andar solos, mientras que otros llegan acompañados de su pareja, familia o amigos. Se entrecruzan muchas historias en el Camino Olle, recorrido donde se producen miles de encuentros y miles de despedidas. Para algunos es un camino de reflexión e introspección; para otros, un camino que cura el dolor; y para otros, ruta que conduce hacia un nuevo comienzo. 

Es un trayecto largo, pero como se dice: el comienzo es la mitad de todo. Para los principiantes es recomendable empezar por la ruta nº1, la primera inaugurada en 2007. Es un recorrido de 15,6 kilómetros que parte de la escuela de primaria Siheung, en Siheung-ri, en el pueblo Seongsan, pasa por Malmi Oreum y Al Oreum (montículos) y termina finalmente en la hermosa Playa Gwangchigi, al este de la isla, donde también comienza la ruta nº2. El recorrido completo requiere de unas 4 a 5 horas, y el mejor momento para empezar es cuando ilumina el primer rayo del sol, pues el Seongsan Ilchulbong o Pico del Amanecer, bajo el alba, irradia una belleza natural única. 

Lo primero que hallarán al inicio del sendero son huertas de zanahorias y coles chinas enmarcadas por murallas de piedras, que se enmarañan formando un laberinto. Siguiendo el camino llegarán a un sendero de montaña que conduce al montículo Malmi, desde donde se contempla el paisaje armónico de Seongsan Ilchulbong, el mar y la aldea. En su proximidad, se halla Al Oreum. Aquí se despliega un ambiente lírico y pastoril donde se eleva un solitario árbol de pino en medio de un vasto jardín de flores coloridas y hierbas. También ofrece estampas emblemáticas de Jeju como el Monte Halla, la isla Udo y el puerto Seongsanpo, así como de los montículos que se dispersan en la región este de la isla. Una vez que lleguen a la playa Gwangchigi habrán finalizado la ruta nº1, pero el Camino Olle no termina allí, pues continúa invitándoles a seguir adelante con el reto que les regalará nuevos encuentros, experiencias y una felicidad inolvidable.