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Namsan es uno de los principales enclaves turísticos de Corea, y por supuesto de Seúl, la capital. Ubicado en pleno centro de la ciudad, es un parque y a la vez una montaña. No es muy elevada, pues apenas se ubica a 265 m de altura sobre el nivel del mar, pero es un acervo natural de gran importancia y valor para los coreanos. Lo que antaño era un escudo que protegía la ciudad de invasiones extranjeras, hoy en día se ha convertido en el emblema de la capital de Seúl y refugio natural de los capitalinos. En una superficie de 2,9 kilómetros cuadrados, alberga más de 552 especies de flora, 61 especies de fauna y la famosísima ´Torre N´ -la joya de Seúl- desde donde se observa un magnífico panorama de toda la ciudad capitalina.

Hay muchas maneras de disfrutar un paseo por Namsan, pero la más recomendable es iniciar el recorrido en la estación Chungmuro y caminar hasta la cima del monte, para ir descubriendo todas las atracciones que se esconden en el camino. Lo primero, nada más llegar a la estación Chungmuro, es conseguir un mapa turístico en la oficina de turismo, cerca de la salida nº 4, y preparar la cámara para fotografiar los tesoros que irán encontrando en la Calle del Arte, que se extiende desde la boca del metro hasta la Aldea de Casas Tradicionales. La calle en sí es un enorme complejo cultural y artístico, repleto de museos, galerías y salas de concierto, así como de obras artísticas instaladas en cada rincón, que añaden emocionante diversión al paseo de los viajeros.

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La Calle del Arte conduce a otro de los lugares turísticos más interesantes y que merece la pena visitar. Es la Aldea Hanok de Namsangol, que conserva en estado impecable una serie de casas tradicionales (Hanok) de la dinastía Joseon. Esta villa tradicional se distingue de muchas otras por su ubicación en pleno centro de Seúl, entre rascacielos, y posee una armónica combinación entre lo moderno y lo antiguo. Pero si piensan que las viejas viviendas tradicionales son todo lo que ofrece la aldea, están equivocados. Sin duda es un lugar perfecto para conocer las antiguas casas de estilo hanok pero, sobre todo es un espacio cultural donde se puede experimentar en persona la cultura milenaria del país, ya que allí se ubica Gugakdang, uno de los teatros de música tradicional más representativos de Corea. Cada día organiza diversos espectáculos y conciertos de música tradicional, así como diversas actividades para los que quieran experimentar la cultura tradicional de Corea. Por ejemplo, pueden vestir un hanbok –la ropa tradicional coreana- y aprender a preparar ttok –pastel de arroz- o experimentar la ceremonia del té del país. 

Una vez que hayan saboreado las delicias de la cultura coreana, es tiempo de ir a la parte atrás de la villa, donde les espera la llamada Plaza de la Cápsula del Tiempo de Mil Años de Seúl. Aquí es donde en 1994 fue enterrada una cápsula que contiene 600 reliquias culturales representativas de la capital, para celebrar el sexto centenario de la fundación de Seúl, que será abierta por los futuros seulitas cuando la capital cumpla mil años.  

Por último, solo queda subir a la cima del monte Namsan y contemplar desde la Torre N de Seúl la hermosa vista panorámica de la metrópoli, para culminar el viaje con broche de oro. La Torre N es sin duda el símbolo de la ciudad de Seúl y uno de los principales enclaves turísticos que todo viajero debe visitar obligatoriamente. Con su ubicación en lo alto del monte Namsan, y con 237 metros de altura, ofrece unas vistas inmejorables de Seúl desde su plataforma de observación, además de contar con restaurantes, tiendas, cines y espacios para espectáculos. A Namsan pueden llegar tanto en autobús, taxi, teleférico o a pie, pero es recomendable subir en teleférico y volver andando, para así poder disfrutar del bello entorno natural del parque.