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Bulguksa se ubica en Gyeongju, un tanto alejado del centro de la ciudad. Quienes viajen con coche podrán manejar hasta ahí, y si no siempre pueden tomar un autobús desde la terminal, el centro de Gyeongju o la estación de trenes. No se recomienda tomar taxi porque eso cuesta demasiado porque el templo está en una zona a la que se aplica una tarifa especial de taxi con un 55% de recargo. La entrada al templo es gratuita desde el 4 de mayo de 2023.

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Bulguksa es importante no solo por ser la arquitectura que mejor representa el apogeo del budismo coreano durante el reino de Silla, sino también porque su recinto alberga varios tesoros nacionales, como la pagoda Dabotap, de diseño llamativo y con asombrosos detalles artísticos, la pagoda Seokgatap, que ostenta una belleza admirable gracias a sus perfectas porporciones y las escaleras-puente Cheongungyo y Baegungyo, consideradas el inicio de la técnica de puentes en arco que en años posteriores usaron ampliamente los coreanos en puertas o puentes de piedra. 

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La estructura en sí de Bulguksa es igualmente imponente y muy importante en términos arquitectónicos. En particular destaca la distribución de los tribunales y las cortes, que presentan un equilibrio matemático y geográfico casi perfecto. Las tres construcciones centrales del templo -Daeungjeon y las pagodas Dabotap y Seokgatap- vistas desde arriba forman un triángulo equilátero. También es interesante algo que puede ser descrito como una “simetría asimétrica”, que se aprecia mejor en la ubicación perfectamente simétrica de las dos pagodas, que a la vez presentan características totalmente opuestas: Seokgatap tiene perfectas proporciones y hermosas líneas geométricas, mientras que Dabotap luce un diseño libre y original, totalmente distinto al de construcciones similares de su época, pues descarta la típica estructura de pagoda multinivel. 

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Al lado de Bulguksa se ubica otro tesoro budista de Corea: la gruta artificial Seokguram, donde descansa una monumental estatua de Buda. Está hecha con piedras de granito y su reducido tamaño hace suponer que este santuario fue utilizado exclusivamente por la realiza de Silla. Básicamente, consiste en una entrada arqueada, una antecámara rectangular, un pasillo estrecho revestido con bajorrelieves y la rotonda principal. La pieza central de la gruta es una estatua de Buda sentado, a la que rodean otras representaciones en piedra de bodhisattvas y arhats. Uno de sus aspectos más sorprendentes y misteriosos es su diseño cerrado, que se ha conservado intacto a lo largo de siglos, algo que se atribuye al ingenio de tuvieron los antiguos coreanos para crear un sistema de ventilación natural altamente eficiente.