ⓒKBS News

Quedan menos de tres meses para las elecciones presidenciales de 2022 y el 9 de diciembre, y a falta de exactamente noventa días para el día de la votación la Comisión Nacional Electoral limitó las actividades públicas de los candidatos.

Los comicios para elegir al vigésimo presidente de Corea del Sur se celebrarán el 9 de marzo de 2022 y quien resulte electo asumirá un mandato de cinco años, desde el 10 de mayo de 2022 hasta el 9 de mayo de 2027.

El periodo de campaña oficial comienza el 15 de febrero de 2022, una vez hecha la inscripción de candidatos, y finaliza el 8 de marzo, justo un día antes de las elecciones. El escrutinio de votos empezará nada más cerrarse las urnas, y se prevé que los resultados saldrán en la madrugada del 10 de marzo. Quienes no puedan votar el día de las elecciones, podrán hacerlo de forma anticipada en cualquier punto del país, independientemente de su domicilio, entre el 4 y el 5 de marzo, mientras que los electores residentes en el exterior podrán ejercer su derecho de sufragio en embajadas u otras oficinas diplomáticas de Corea del Sur del 23 al 28 de febrero. Eso sí, deberán previamente declararse como votantes en el exterior en la página web correspondiente de la Comisión Nacional Electoral, ova.nec.go.kr, a más tardar antes del 8 de enero de 2022. En tanto, los electores ausentes -como marineros, personas hospitalizadas o reclusos- podrán participar tras declararse como tales y solicitar su intención de votar. 

Por lo pronto, siete candidatos rivalizan en la carrera electoral. Cuatro fueron elegidos por sus partidos siguiendo un proceso formal de primarias -Lee Jae Myung del oficialista The Minjoo, Yoon Seok Youl de Poder del Pueblo, Ahn Cheol Soo de Partido del Pueblo y Sim Sang Jung de Partido Justicia- mientras que hay dos candidatos de partidos sin escaño parlamentario y otro independiente. 

De ellos, los que cuentan con más apoyo por ahora son Lee Jae Myung y Yoon Seok Youl, respaldados por los dos mayores partidos políticos del país, que no muestran gran diferencia en cuanto a apoyo popular. Por tanto, los pronósticos vaticinan que uno de ellos ganará las próximas elecciones, aunque tampoco se descarta del todo que surjan variables y que el panorama electoral cambie drásticamente, dado que ambos están involucrados en escándalos legales que les comprometen seriamente.

En este contexto, la población muestra síntomas de cansancio y hastío ante la falta de objetividad de los partidos, pues más que en ganar votos con políticas sanas y perspectivas de futuro, se esmeran en intensificar campañas negativas contra los candidatos rivales y en lanzar promesas electorales populistas.