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El día 15 comenzó el periodo de campaña oficial para los comicios presidenciales. Así está en marcha en toda su escala la carrera electoral, mientras la competencia se reduce a cuatro bandas, entre el candidato oficialista Lee Jae Myung, Yoon Seok Youl del principal opositor, Ahn Cheol Soo de Partido del Pueblo y Sim Sang Jung de Partido Justicia. Quienes lideran las encuestas son los dos primeros, sin clara preponderancia de ninguno de ambos.

Las elecciones presidenciales se celebrarán el 9 de marzo y el periodo de campaña oficial es hasta el día 8, víspera del día de la votación. En total hay catorce candidatos, incluyendo los cuatro ya mencionados.

Como primera actividad de campaña oficial, el candidato oficialista Lee Jae Myung, visitó Busan, mayor puerto de Corea del Sur y segunda ciudad más importante del país, para luego subir haciar Daegu y Daejeon, hasta llegar a Seúl. Durante su viaje enfatizó su apuesta por mejorar la economía nacional.

Yoon, por su parte, recorrió en país en sentido opuesto, es decir, desde Seúl hacia  Busan. Partió de la Plaza Cheonggye, algo simbólico considerando que una de sus propuestas es desmantelar Cheongwadae, la actual residencia presidencial - muchas veces vista como vestigio de un pasado autoritario- e instalar el despacho del presidente en Gwanghwamun, más cerca del pueblo.

En tanto Ahn Cheon Soo, de Partido del Pueblo, y Sim Sang Jung, del Partido Justicia, respectivamente en tercer y cuarto lugar en las encuestas electorales, eligieron iniciar sus campañas oficiales, Ahn en Gyeongsang, una región tradicionalmente conservadora, y Sim en Gwangju, ciudad referida como la cuna del progresismo coreano.

Una característica de estas elecciones presidenciales es que no hay un candidato predominante, mientras existe una clara rivalidad entre el candidato oficialista y el del principal partido de la oposición, con una mínima distancia que ni siquiera supera el margen de error de las encuestas. De ahí que cualquier coalición electoral podría ser una variable decisiva, máxime ante el aumento del voto indeciso entre los ciudadanos, muchos de los cuales opinan que estas elecciones son las que más antipatía les generan de todas las celebradas en la historia política de Corea del Sur. Antipatía que en cierto sentido es comprensible, dados los escándalos y las muchas sospechas que salpican a los dos principales candidatos, así como a sus cónyuges.

Asimismo es un punto a considerar por parte de los electores, la nula experiencia tanto de Lee Jae Myung como de Yoon Seok Youl como legislador, al haber desepeñado el primero cargos no con implicaciones políticas, sino más bien administrativos, como alcalde de Seongnam y gobernador de Gyeonggi, mientras que el candidato opositor nunca ejerció un cargo legislativo.