Corea del Norte aseveró el día 6 que el lanzamiento de siete misiles, que incluyó también el del cohete de largo alcance Daepodong 2, fue una prueba exitosa. Norcoreano afirmó que la prueba forma parte del entrenamiento regular de sus fuerzas armadas, destinado a fortalecer la capacidad de auto-defensa, y que continuaría con él.

Este fue el primer comentario formulado por Pyongyang luego de la prueba misilística, que contrastó en gran medida con la declaración dada en el año 1998, cuando el gobierno norcoreano afirmó que el lanzamiento había sido el de un satélite artificial.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Norcorea manifestó que el programa de misiles es un tema de soberanía nacional y que no está sujeto al derecho internacional ni a acuerdos bilaterales o multilaterales. Además, el funcionario explicó que Corea del Norte no está suscrita al Régimen de Control de Tecnología de Misiles, por lo que sus actividades misilísticas no están bajo las restricciones del citado sistema.

Aunque dijo que los entrenamientos de misiles de su milicia no guardan ninguna relación con la mesa de conversaciones nucleares a seis bandas, el portavoz norcoreano subrayó que no hay cambios en la postura de Pyongyang de materializar la desnuclearización de la península coreana pacíficamente, a través del diálogo y las negociaciones, tal como se comprometió en la declaración conjunta del 19 de septiembre de 2005, adoptada luego de la reunión multilateral.