La décimo novena reunión ministerial intercoreana, que iba a terminar el día 14, culminó una jornada antes sin lograr adoptar una declaración conjunta ni fijar la fecha para la próxima edición.
El jefe de la delegación surcoreana, Lee Jong Suk, lamentó que hayan existido discrepancias de opiniones entre las partes. Sin embargo, evaluó que era oportuno concluir el encuentro de manera anticipada, ya que tanto Corea del Sur como Corea del Norte hicieron saber a la contraparte sobre sus respectivas posturas.
Por su lado, la representación norcoreana aseveró que examinaría seriamente la conducta de Seúl, que decidió disolver la reunión y provocó, según el Norte, consecuencias catastróficas e impredecibles para las relaciones intercoreanas.
La última vez que las dos Coreas fracasaron en su intento de adoptar una declaración conjunta en el marco de la conferencia ministerial y decidieron cerrar el encuentro antes de la fecha establecida fue en la sexta edición de la reunión, celebrada en noviembre del año 2001.