En la mañana del primer día del Año Nuevo Lunar, los ciudadanos coreanos se reunieron en familia para realizar las ceremonias en memoria de sus ancestros con los platos preparados con esmero durante la jornada anterior. En cada hogar, los jóvenes saludaron con reverencia a los mayores de la familia y les desearon salud y fortuna para el resto del año. Además, la ocasión sirvió para compartir los buenos deseos entre los familiares venidos de todas partes del país. Tras la tradicional ceremonia a los ancestros, muchos ciudadanos acudieron a los cementerios para rendir homenaje a sus seres queridos ya fallecidos. Ya al término de la jornada festiva, más de 270.000 automóviles se movilizaron por las carreteras nacionales para trasladar a los ciudadanos a sus lugares de residencia. Por otro lado, se prevé que en el día de mañana circularán más de 310.000 vehículos por las carreteras, produciendo grandes atascos en las principales vías del país.