La Presidencia de Corea del Sur considera que, la orden dada por el líder norcoreano Kim Jong Un al Ejército de su país, de prepararse para atacar con misiles en caso de ser necesario, es una reacción al despliegue del bombardero estadounidense B-2 hacia la península coreana.
Una fuente de la casa presidencial comentó el viernes 29 que, si bien dicha orden es algo fuera de lo habitual, tampoco se han detectado movimientos extraordinarios en Corea del Norte. Sin embargo, agregó que las autoridades del ejecutivo surcoreano están en alerta por si Pyongyang cometiera nuevos actos provocativos.