Las autoridades militares de Corea del Sur no han detectado, de momento, movimientos extraordinarios en el Norte, pese a que este último ha completado sus preparativos para lanzar misiles.
Según este análisis, el régimen de Pyongyang concluyó el traslado del misil balístico de medio alcance Musudan, a una base cercana al Mar del Este; y también la inyección del combustible líquido.
Paralelamente, han detectado indicios de que podría disparar múltiples misiles de forma simultánea, al observar varios vehículos que servirán de plataforma de lanzamiento de misiles, en sus líneas costeras de la provincia de Hamgyeong del Norte y la provincia de Gangwon.
Consecuentemente, las autoridades militares surcoreanas han intensificado su vigilancia ante un posible lanzamiento de varios misiles por parte del régimen comunista; en particular y de modo imprevisto de noche o de madrugada, para maximizar el efecto de su ataque.
Asimismo, Corea del Sur se prepara contra provocaciones adicionales, posteriores al lanzamiento de misiles.