Un equipo de científicos surcoreanos ha desarrollado una piel artificial sensible al tacto y al olfato por primera vez en el mundo.
El equipo de investigación de "softelectronics" basada en nanotecnología del Ministerio de Ciencia, TIC y Planificación del Futuro, desarrolló esta epidermis electrónica que detecta el tacto, la temperatura y la humedad, así como diversos gases tóxicos que la piel humana no puede percibir.
Esta piel artificial con "capacidad de olfato" aprovecha la capacidad eléctrica de los objetos, y cambia al detectar las presión o el tacto, así como los gases tóxicos o disolventes orgánicos presentes en el aire.
El equipo de investigadores espera que su descubrimiento sea una tecnología clave en el desarrollo de pantallas flexibles de próxima generación y piel inteligente para robots.