El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pronunció un discurso ante el Senado y el Congreso de ese país. En la ocasión, Bush reiteró la necesidad de buscar una solución pacífica en el conflicto nuclear norcoreano. Sin embargo, el mandatario estadounidense no declinó su idea de que la posesión de las armas nucleares supone una amenaza para la comunidad internacional y subrayó que Corea del Norte debe deshacerse de todo elemento nuclear en su territorio.

Durante su discurso, que se extendió por espacio de 50 minutos, Bush mencionó a Libia como el ejemplo de la renuncia de las armas de destrucción masiva y añadió que Pyongyang debe sumarse a esta corriente. Además, el mandatario estadounidense aprovechó para reiterar que Estados Unidos tratará todos los conflictos internacionales a través de canales diplomáticos y que Pyongyang debe mostrar la desaparición de las armas nucleares de forma clara y verificable.

Asimismo, Bush mencionó los países que están trabajando para la recuperación de la estabilidad de Irak, incluyendo a Corea del Sur, y prometió el reforzamiento de los lazos de cooperación con la ONU y los países aliados para la exitosa reconstrucción de la soberanía iraquí en el mes de junio próximo.