Se celebró el 22 de enero la fiesta del Año Nuevo Lunar, es decir el primero de enero según el calendario lunar. Los familiares coreanos se reunieron desde tempranas horas de la mañana en las casas de los hijos primogénitos para rendir homenaje a los antepasados y realizar el saludo del año nuevo lunar.
Luego de los actos tradicionales, los familiares se dirigieron a los cementerios para visitar las tumbas de los antepasados fallecidos. Aunque muchos de los ciudadanos de Seúl abandonaron la capital para visitar el pueblos natales, las carreteras y avenidas de la ciudad estuvieron congestionadas debido a las personas que se movilizaron durante todo el día para realizar las tradicionales visitas por el año nuevo.
La mayoría de los centros comerciales estuvo cerrada en tanto que un gran número de personas asistió a los cines y parques públicos, a pesar de la adversidad climática y la temperatura de 16 grados centígrados bajo cero.