El líder norcoreano Kim Jong Un asistió el miércoles 15 al congreso nacional organizado de cara al 75º aniversario del nacimiento de su padre Kim Jong Il, siendo ésta su primera actividad pública tras el asesinato de su hermanastro Kim Jong Nam.
Durante la reunión, el jóven dirigente de Corea del Norte se mostró serio, y a menudo mantuvo la mirada perdida, como si estuviera sumergido en sus pensamientos. Tampoco miró a los presentes ni saludó con la mano al retirarse de la sala entre aplausos. Incluso se mantuvo indiferente, cuando le felicitaron por el éxito del reciente lanzamiento del misil Pukkuksong-2.
Su actitud fue similar a la que mantuvo en 2013 tras la ejecución de su tío Jang Song Thaek.