Con el objetivo de esclarecer el origen de las partículas en suspensión, que en estos momentos representa un grave problema medioambiental en Corea y toda la región, un satélite de observación será lanzado en 2019. Los datos que recoja este dispositivo servirán para averiguar si realmente dichas partículas contaminantes proceden en gran parte de China, como alegan las autoridades del Gobierno surcoreano, o si son producidas dentro del país.
Dicho vehículo espacial es un satélite medioambiental con dispositivos de observación de partículas en suspensión, que verifican la dispersión midiendo la longitud onda que se genera al reflejar luz sobre los compuestos tóxicos de sustancias como dióxido de nitrógeno o azufre.
Se estima que tendrá un alto grado de prcisión, pues no será un satélite de órbita baja, sino geoestacionario.