A dos días de la explosión de un tren en la estación ferroviaria norcoreana de Ryongchon, el número más actualizado de víctimas proviene de las propias autoridades norcoreanas que comunicaron estas cifras a un trabajador de una ONG irlandesa en la capital de Corea del Norte. Los muertos superan los 150, los heridos son más de 1.000 y la destrucción de viviendas y edificios públicos, entre los se cuentan escuelas, ha sido masiva.

Según diplomáticos occidentales que se contactaron con funcionarios norcoreanos en Pyongyang, la catástrofe ferroviaria del día jueves causó la muerte de cientos de personas y provocó heridas en más de un millar.

Según la versión oficial, la violenta explosión del jueves, que además causó la destrucción de miles de hogares, ocurrió cuando vagones de un tren que transportaba dinamita tocaron un tendido de electricidad de alta corriente. De esta forma queda descartada la primera versión que daba cuenta de un choque de dos trenes que cargaban combustible.

Funcionarios de la Cruz Roja Internacional se han sumado a los equipos de la Cruz Roja de Corea del Norte que trabajan en el lugar y a miembros del programa Mundial de Alimentación y de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de a ONU. Luego de la recorrida de los grupos humanitarios se podrán tener datos más certeros sobre muertos y heridos, aunque por los daños materiales en las inmediaciones de la estación todo hace prever que serán muchos más de los que se manejan hasta el momento.

El informe preliminar de la Cruz Roja Internacional desde Beijing ubicó las cifras en 54 muertos, 1.249 heridos, casi 2000 casas destruidas y otras 6300 dañadas parcialmente.