La economía norcoreana decreció en 2017 un 3,5%, siendo esta tasa la peor registrada desde 1998. La situación fue completamente diferente de la que tuvo Corea del Norte durante el periodo comprendido entre 1998 y 2016, en el que disfrutó de un crecimiento promedio del 1,3% anual. En particular, en 2016 la economía norcoreana creció un 3,9%.
El decrecimiento se debe primordialmente a las sanciones internacionales, que provocaron una significativa merma de las exportaciones de antracita de Corea del Norte, así como un retroceso del sector minero de ese país en general. En este contexto, se vaticina que la economía norcoreana padecerá también en 2018 un crecimiento negativo.
Así, mientras impera la urgencia de encontrar medidas para mejorar la economía, el dirigente norcoreano Kim Jong Un realizó inspecciones de centros económicos durante tres semanas seguidas. Con estas actividades, Kim pretende no solo conseguir el apoyo popular, sino también demostrar que se centra en mejorar la economía del país en lugar de insistir en el desarrollo nuclear.
Además, llama la atención que la mayoría de los centros visitados por el líder norcoreano están ubicados cerca de la frontera de China, especialmente teniendo en cuenta los reportajes que difunde la prensa extranjera sobre los preparativos iniciados por el Gobierno chino para desarrollar la zona fronteriza entre su país y Corea del Norte.