A través del medio propagantístico, Uriminzokkiri, Corea del Norte ha recordado que Seúl no está en condiciones de hablar sobre los derechos humanos del régimen, haciendo alusión a la tragedia del Ferri Sewol y al Movimiento Democrático del 18 de Mayo.
La crítica llega después de que el Instituo de Corea para la Unificación Nacional publicara el día 11 el Libro blanco sobre Derechos Humanos en Corea del Norte, donde presenta que los derechos humanos en Corea del Norte son gravemente vulnerados, mientras persisten prácticas inhumanas, como las ejecuciones arbitrarias.
En concreto, Pyongyang calificó la publicación de ese texto como "una clara provocación política que lleva a las relaciones intercoreanas a una profunda desconfianza y a la ruptura total".
Añadió que, antes de criticar a otros inventando historias, Corea del Sur debería avergonzarse de no poder sanar las heridas de su pueblo derivadas de la tragedia del Ferri Sewol y del Movimiento Democrático del 18 de Mayo.
Asimismo, Pyongyang tildó a Seúl de "colonia sin autonomía que habla de cooperación", cuando en realidad busca conflictos con Corea del Norte.
Se interpreta que esta reacción del Norte ante los problemas de derechos humanos, observa esas críticas como el eje de la política hostil de la comunidad internacional para derrocar a su Gobierno.