Corea del Norte ha emitido un fuerte mensaje a la comunidad internacional y a su propio pueblo al dinamitar la Oficina de enlace intercoreana.
No es la primera vez que Pyongyang usa esa estrategia, pues siempre que ha atravesado situaciones difíciles ha optado por recurrir a esa "potente herramienta audivisual".
Por ejemplo, la explosión de la torre de enfriamiento nuclear en Yongbyon en junio de 2008 sirvió para demostrar su compromiso con la desnuclearización, y la explosión de la planta nuclear de Punggyeri en mayo de 2018 para reafirmar su voluntad de implementar la Declaración de Panmunjeom.
En cuanto a la reciente demolición de la Oficina de enlace intercoreana, los expertos estiman que Corea del Norte busca lanzar un mensaje más fuerte a Estados Unidos, como protesta por el estancamiento de negociaciones entre ambos países, al tiempo de reforzar la unidad interna, creando un enemigo común al que enfrentarse.