El laboratorio estadounidense Moderna emitió un comunicado oficial el martes 29, resaltando las conversaciones con el Gobierno surcoreano para garantizar el envío de vacunas contra COVID-19 para 20 millones de personas, que llegarán el segundo trimestre de 2021 según lo acordado.
Las vacunas de Moderna presentaron gran efectividad en las pruebas clínicas, obteniendo mejores evaluaciones que las desarrolladas por Pfizer. Las vacunas de ambas firmas son de ARN mensajero, un nuevo tipo de vacunas contra enfermedades infecciosas.
Al entrar en el organismo humano, el virus del COVID-19 infecta las células con la proteína S, y las vacunas de ARN mensajero dan instrucciones a las células para que produzcan una porción inocua de esa proteína. Una vez creada, las células la muestran en sobre su superficie haciendo que el sistema inmunitario humano la reconozca como un cuerpo extraño, generando respuestas de defensa y anticuerpos. Así, el organismo aprende a protegerse ante futuros contagios de COVID-19.
Una ventaja de las vacunas de Moderna es que pueden conservarse refrigeradas durante un mes, y eso facilita su traslado y distribución, a diferencia de las vacunas de Pfizer, que deben permanecer en condiciones de frío extremo a una temperatura inferior a 70ºC bajo cero.
En paralelo a las vacunas, el primer medicamento con anticuerpos desarrollado en Corea del Sur ya finalizó la segunda etapa de ensayos clínicos y está bajo examen final para autorización. Los resultados saldrán en febrero de 2021 y, de obtener el permiso, dicho fármaco servirá para tratar a pacientes leves y evitar que su condición se agrave.