El Comité Surcoreano para cumplimiento de la Declaración intercoreana conjunta del 15 de junio de 2000 envió una declaración a Estados Unidos, criticando la intención del Congreso de ese país de convocar una audiencia sobre la Ley de Prohibición de Panfletos anti-Pyongyang, aprobada el pasado diciembre por la Asamblea Nacional de Corea del Sur.
El escrito fue remitido al Departamento de Estado estadounidense, a ambas cámaras del Capitolio, a la Comisión de Derechos Humanos Tom Lantos de la Cámara de Representantes y también al relator especial de Naciones Unidas sobre derechos humanos norcoreanos.
La declaración, firmada por unas 420 organizaciones civiles, aclara que la ley contra folletos anti-Pyongyang fue promulgada y aprobada como medida soberana, y señala como injerencia en asuntos internos de otro Estado que legisladores estadounidense exijan reconsiderar dicha ley o convocar una audiencia al respecto en el Congreso de su país, incluso citando a autoridades del Gobierno surcoreano.
El Comité Surcoreano para la Declaración intercoreana conjunta del 15 de junio enfatizó que prohibir los folletos anti-Pyongyang es una medida esencial para generar un clima de paz y reconciliación entre las dos Coreas, así como para proteger la vida y la seguridad de la población fronteriza.