Una investigación civil ha revelado que Corea del Norte sigue movilizando trabajadores forzosos para extraer y exportar carbón, cuando las sanciones internacionales le prohíben realizar comercio de dicho producto minero.
La organización que dirigió la investigación es Alianza Ciudadana para los Derechos Humanos Norcoreanos, que el jueves 25 publicó un informe al respecto, señalando que los reclusos de los centros penitenciarios y campos de concentración para presos políticos en Corea del Norte son sometidos a trabajo forzoso para actividades mineras.
Alegaron que además de los reclusos, son también explotados en las minas norcoreanas exconvictos o ciudadanos tachados por el sistema, incluso sus hijos menores que son forzados a reunir barro o recoger el carbón que cae de los trenes.
Según la organización, los que reciben el peor trato son prisioneros militares y familiares de desertores, mientras que las personas procedentes de Japón trabajan fuera de las minas, como en tareas de reparación de vías férreas.