El miércoles 10 comenzó la administración de dosis de refuerzo en Corea, concretamente a unos 50.000 ciudadanos considerados como prioritarios, incluidos internos y personal de sanatorios, residencias de ancianos y otros centros de cuidados especiales.
Ellos serán los primeros en recibir la tercera dosis entre la población surcoreana, como parte de la campaña nacional de vacunación contra el COVID-19, y mayormente son aquellos que recibieron AstraZeneca desde finales de febrero. Todos recibirán Pfizer o Moderna como refuerzo.
En principio, la tercera dosis debía administrarse seis meses después de completar la pauta de vacunación, sin embargo el Gobierno ha acortado ese plazo a cinco meses para aquellos en contacto con instalaciones de alto riesgo, ante el reciente aumento de contagios post vacunación en asilos y otros centros de cuidados especiales.