Corea del Sur se aboca a construir un orbitador lunar propio, nave que ha bautizado con el nombre de KPLO (Korea Pathfinder Lunar Orbiter), con el objetivo de lanzarlo durante 2022. 

El desarrollo del KPLO comenzó en 2016 al cien por cien con tecnología nacional. Actualmente llevan a cabo las pruebas preliminares al lanzamiento, programado para agosto de 2022, como un test de compatibilidad electromagnética o una prueba operativa de paneles solares. Dichas pruebas suceden a las evaluaciones realizadas en 2021 sobre ensamblaje final y otros test de trayectoria y adaptación orbital. 

El orbitador lunar KPLO dispone de cinco cámaras de alta resolución fabricadas por Corea, y también seis dispositivos de otras naciones, como ShadowCam de la NASA, cuya misión será descubrir las zonas oscuras del único satélite natural de la Tierra. 

El lanzamiento del orbitador está previsto para el 1 de agosto de este año, mediante un cohete Falcon 9 de Space X. Si logra éxito, el KPLO se alejará hasta 1,5 millones de kilómetros, hasta alcanzar la órbita lunar a 380.000 kilómetros de la Tierra a finales de 2022, ayudado tanto por la fuerza de gravedad de este planeta como de su satélite. A partir de entonces, orbitará en torno a la Luna durante un año a una altura de 100 kilómetros desde la superficie lunar.

Tras culminar este proyecto, Corea del Sur prepara otro con el objetivo de enviar una sonda no tripulada a la Luna en 2030.