El aumento de casos de la variante ómicron supone un factor de riesgo pese a haber menos contagios de COVID-19 en Corea del Sur, coyuntura que llevará al Gobierno a analizar bien los datos antes de anunciar las nuevas pautas preventivas el viernes 14.

Las autoridades sanitarias confirmaron el martes 11 que mantendrán un exhaustivo debate sobre las variables que afectan o suponen un riesgo futuro para controlar la pandemia, además de contar con expertos médicos para adoptar unas medidas lo más adecuadas y certeras posible.

Por el momento, hasta el día 16 mantendrán las normas actualmente en vigor, que restringen las reuniones privadas a cuatro asistentes, y limitan el horario de apertura de restaurantes, cafeterías y otras instalaciones de uso público hasta las 9 de la noche. 

Considerando que los principales indicadores del coronavirus en el país han mejorado, se estima que las autoridades podrían relajar las pautas, aunque persiste el riesgo de rápido aumento de casos de ómicron. 

En cuanto al uso del tratamiento oral contra el coronavirus, anticiparon que pronto se pronunciarán al respecto, posiblemente el miércoles 12. El Gobierno surcoreano ha firmado contratos para garantizar el suministro de pastillas para tratar el COVID-19 como Paxlovid, de Pfizer, para 762.000 personas, o Molnupiravir, de laboratorios Merck, para 242.000 personas.