El miércoles 9 entraron en vigor nuevas medidas más flexibles de aislamiento para positivos de COVID-19 y para aquellos que mantuvieron contacto con contagiados.
Aquellos que den positivo al test de COVID-19 deberán guardar aislamiento durante siete días, al margen de los síntomas o de su estado de vacunación. A partir de ahora habrá un único periodo de aislamiento de siete días para todos, mientras que antes contemplaban una semana para vacunados y diez días para no vacunados.
Además, esos siete días se contarán a partir del día de la toma de muestras para PCR o test de antígenos, y no como hasta ahora, que contaba desde los primeros síntomas o, en el caso de los asintomáticos, tras ser confirmado como positivo.
También han flexibilizado las pautas para aquellos que mantuvieron contacto cercano con positivos, y solo deberán guardar aislamiento preventivo los no vacunados o aquellos que visitaron instalaciones de riesgo.