Como en muchos otros países, Corea del Sur presenta cada vez una mayor escasez de trabajadores en el sector tecnológico y se prevé una falta de 4.000 personas solo para este año.
Ante esta situación, muchas empresas tecnológicas intentan ofrecer mejores condiciones laborales para atraer "cerebros", incluso permiten el trabajo 100% en casa, una modalidad que les facilita contratar a aquellos que residen fuera del país y también a madres trabajadoras con hijos a su cuidado.
También ofrecen recapacitación a sus empleados para suplir dicha falta.
Desde el sector, exigen flexibilizar el horario laboral de los trabajadores del sector de las tecnologías informáticas para aprovechar mejor la capacidad existente, además de levantar las regulaciones a fin de crear un sistema educativo que permita una formación masiva de expertos tecnológicos.