Este invierno fue el más seco en la historia de Corea y hubo notable escasez de lluvia, condición climática que ha influido en los incendios forestales aún activos en la costa este del país.
Según explicó la Administración de Meteorología, entre diciembre de 2021 y febrero de 2022 las precipitaciones alcanzaron 13,3 milímetros, apenas un 14,7% del total registrado entre 1991 y 2020, y el menor volumen desde 1973, año en que activaron la red de observación climática actualmente en uso.
En diciembre hubo un registro de 7,2 milímetros de lluvia, una cuarta parte del promedio de años anteriores, mientras que en enero y febrero las precipitaciones apenas llegaron al 10%, quedando en 2,6 milímetros y 3,5 milímetros, respectivamente. En particular, en Gyeongsang del Norte, zona que enfrenta un incendio masivo, este invierno registró 6,3 milímetros de lluvia, apenas un 8,5% del promedio de años previos, mientras que Gangwon, otra de las regiones en llamas, registró 24,9 milímetros, un 28,4% del nivel habitual.