A partir del 25 de marzo, los ciudadanos mayores de sesenta o inmunideprimidos que den positivo a los test de antígenos realizados en el hospital, recibirán el mismo trato que el resto.
En consecuencia, ya no serán "grupo de atención prioritaria", después de que expresaran su voluntad de acceder a consultas, tratamientos y programas de seguimiento ordinarios.
Las autoridades prevén que la medida permitirá agilizar la distribución de medicamentos entre pacientes de alto riesgo, además de gestionar más eficazmente el personal sanitario, en un intento de minimizar el número de muertes y de mejorar la atención a los enfermos graves
En todo caso, aquellos mayores de sesenta o inmunodeprimidos que deseen mantener el estatus de "atención prioritaria", podrán solicitarlo en su centro de salud.